La ICR(Iglesia Católica Romana) mas que una religión a echo de su espiritualidad una ideología que tenia que expandirse a lo largo y ancho de este mundo. Después del paganismo celta-ibérico la península ibérica se convirtió al cristianismo. no por igual que dando pequeños reductos de paganismo celta.
La península Ibérica antes de la cristianización
PUEBLOS QUE IRRUMPIERON LA PENINSULA IBERICA
>>Los Vándalos
Desde el 411, los asdingos, junto con los suevos, se instalaron en Galicia, y los silingos en la Bética. Al parecer, los vándalos silingos desaparecieron pronto aniquilados por los visigodos, aunque también puede ser que se mezclasen con los asdingos en su marcha hacia África.
Efectivamente, los Vándalos asdingos, junto con los alanos y algunos hispanorromanos pasaron a África en el 429, dirigidos por el rey Genserico. Este rey consiguió que el gobierno imperial le considerara federado (435). Genserico pretendió construir una especie de “imperio del trigo”, y se apoderó de las islas Baleares, Córcega, Cerdeña y
Sicilia, para controlar las rutas del comercio del trigo, además de poner los cimientos de un reino vándalo en África, utilizando las estructuras administrativas romanas.
Sicilia, para controlar las rutas del comercio del trigo, además de poner los cimientos de un reino vándalo en África, utilizando las estructuras administrativas romanas.
Pero en este reino vándalo las dos comunidades, la romana y la vándala no se mezclaron. Los matrimonios mixtos estaban prohibidos. Además, los vándalos eran arrianos frente a los romanos católicos. El catolicismo fue perseguido durante los reinados de Humerico y Trasmundo. En la primera mitad del siglo VI, la deposición del rey Hilderico provocó la intervención de los bizantinos. Se envió un ejército al mando de Belisario que venció al último rey vándalo Gelimero en el 533. De ese modo, los vándalos quedaron incorporados al Imperio Bizantino, desapareciendo como pueblo.
>>EL paganismo Alano
Las incursiones de los Alanos forjo el Paganismo Alano, y es que estos jinetes se enfrentaron a los godos de Walia siendo aun herejes. Su religión aun cuando se desconoce, estaría muy posiblemente emparentada con la de los primitivos pueblos germánicos. Se sabe que adoraban a un dios guerrero cuya iconografía era representada por una espada clavada en la tierra. Esto recuerda muchísimo a su vez, a una tradición goda ancestral relacionada con el dios Tius (Tyr).
Los guerreros alanos que sobrevivieron a la batalla contra los godos de Walia, (donde murió su caudillo Addax). Escaparon hacia la meseta norte, uniéndose con el rey de los Asdingos Gunderico. En poco tiempo la población de los asdingos se disparó, añadiendo a su pueblo, a los últimos silingos y alanos de Hispania.
Gunderico se proclamó como rey de los vándalos y los alanos (Rex vandalorum et alanorum). Se desconoce completamente donde se corono el rey de los vándalos, pero todo apunta hacia algún lugar próximo a Palencia, zona de influencia directa del reino vándalo en la meseta norte. Posiblemente y según la aún viva tradición germánica ancestral, Gunderico fue aclamado y alzado como rey sobre un escudo como muestra de fidelidad. Esta tradición sobrevivió hasta la batalla de Covadonga (718), donde el Rey godo Pelayo fue coronado como rey de Asturias de igual forma.
Historias de los alanos en Hispania
Si seguimos el derrotero de vándalos y suevos en la Península Ibérica (la entonces Hispania) en 409, los alanos se asentaron en las provincias de Lusitania y Cartaginense: "Alani Lusitaniam et Carthaginiensem provincias, et Wandali cognomine Silingi Baeticam sortiuntur" (Hidacio).
Los vándalos silingos se asentaron en la Bética, los suevos en la Galicia costera y los vándalos asdingos en el resto de Galicia.
En 412, el rey alano Atax o Attaces conquistó la ciudad de Emérita Augusta (Mérida) y estableció en ella su corte durante seis años, hasta que en 418 murió en una batalla contra los visigodos y esta rama de los alanos, por consiguiente, apeló al rey vándalo asdingo Gunderico para que aceptara la corona alana. Aunque algunos de estos alanos permanecieron en Iberia, la mayoría se dirigió al norte de África con los vándalos en 429. Los posteriores reyes vándalos de esta zona se hacían llamar Rex Wandalorum et Alanorum (Rey de los vándalos y de los alanos).
En la Galia, los alanos en un principio conducidos por Goar se asentaron en diversas áreas, sobre todo cerca de Orleans y Valence. Bajo este rey se aliaron con los burgundios de Gundahario (Gunther), con quienes entronaron al emperador usurpador Jovino. Con el sucesor de Goar, Sangiban, los alanos de Orleans desempeñaron un papel crucial al repeler la invasión de Atila en la Batalla de Chalons.
Tras el siglo V, sin embargo, los alanos de la Galia se sumieron en las luchas territoriales de los francos y los visigodos y dejaron de tener la independencia de antes. Flavio Aecio congregó a numerosos alanos en la región de Armorica para reprimir los levantamientos. El nombre bretón de Alan (antes que el francés Alain) y muchas poblaciones con nombres relacionados a "alano", como Alanville, son considerados popularmente como evidencias de que un contingente de este pueblo se asentó en la Bretaña.
En la Península Ibérica se centraron en las provincias romanas de Lusitania y Cartaginense. Llegaron a ser conocidos más tarde por sus cacerías masivas y sus perros de pelea, que aparentemente introdujeron en Europa. Una raza de esos canes, que sobrevive en el País Vasco, aún lleva el nombre de "alana". Normalmente los utilizaban en las cacerías de osos y para guardar el ganado.
El cristianismo del mundo Visigodo
El cristianismo del mundo Visigodo distaba mucho del cristianismo católico-romano y su IRC (Iglesia Católica Romana)
Uno de los representantes cristianos del mundo Visigodo fue Prisciliano de Ávila
Prisciliano de Ávila
>> Prisciliano de Ávila nacido en el 340 d. C., España y murió ejecutado en el 385 d. C. Prisciliano (puede estar enterrado en Santiago de Compostela en la que dicen es la tumba de Santiago Apostol) en el fue un obispo galaico que, tras ser acusado de brujería y gnosticismo fue ejecutado junto a otros compañeros. Originó el movimiento ascético conocido como priscilianismo. El priscilianismo fue la doctrina cristiana ascética, posiblemente de tintes gnósticos, predicada por Prisciliano en el siglo IV. Sus enseñanzas fueron condenadas como herejía en el Concilio de Braga.
Desde la conversión de Recaredo puede afirmarse que la casi totalidad de la población hispánica es católica. Por consiguiente, la cultura de esta época ofrece en España una dimensión religiosa muy notable, que llegó incluso en naciones vecinas.
Una muestra de lo afirmado fue el llamado rito mozárabe o visigótico, que aunque tiene raíces muy antiguas, fue adoptado como oficial en el Concilio IV de Toledo (633). Un rito muy diferente al romano y con un claro sabor oriental. Rito grandilocuente, brillante y barroco. El calendario difiere del de Roma: el Adviento tenía seis semanas y la Cuaresma otras seis. En la misa, la hostia se fraccionaba en nueve partes, colocándolas en forma de cruz; el Credo se cantaba después del Padre Nuestro. Largas oraciones y cánticos; un ceremonial muy rico. El rito visigótico, gran aportación a la liturgia de la España visigoda, fue suprimido, siglos después por Gregorio VII (1073).
La floración de obispos escritores en la España de los siglos VI y VII es notable. La Península Ibérica se convirtió en una potencia cultural en la Europa de la época. Este importante número de obispos gozaba de gran autoridad espiritual y temporal al ser los hombres más cultos y mejores conocedores del pueblo.
Hubo figuras eminentes como el obispo de Mérida, Massona (570-606), perseguido por su fe, presidió el Concilio III de Toledo; persona de gran cultura que muere con fama de santo. El obispo San Martín de Braga (510-580), gran canonista, nacido en Panonia (Hungría). Los monjes españoles existentes en Palestina le convencieron de ir a España para convertir a los nuevos, entonces arrianos. Llegó a Galicia, donde fundó varios monasterios. Sus escritos fueron muy numerosos. El más importante es “Formula vitae honestae” dedicado a los gobernantes; muy influido por Séneca, el autor hace una exposición de las cuatro virtudes cardinales.
Menos conocido, pero cercano a nuestra diócesis, fue el obispo Severo de Málaga. Dotado de gran erudición en lo sagrado y en lo profano. En el 578 fue nombrado obispo de Málaga y muere en el 601. Sus escritos “Correctorium” y “Anulus” no se conservan. Conocemos su existencia y contenido por san Isidoro. El “Correctorium” es una reprensión a Vicente de Zaragoza que se ha pasado el arrianismo. En el “Anulus” trata sobre la virginidad y lo dedica a su hermana.
Muy celebrado por sus escritos es san Ildefonso de Toledo (600-665), de familia noble. Ingresó en el monasterio de Agali (cerca de Toledo). Elegido abad estuvo presente en los concilios VIII y IX de Toledo, firmando sus actas. Elegido obispo en el año 657. Su obra fundamental “De virginitate Sanctae Mariae” constituye un excelente tratado sobre la Madre de Dios. Escribe también sobre el bautismo, obra de gran interés para la historia de la celebración del bautismo en España. Es san Ildefonso el primer mariólogo español.
Es necesario recordar la figura de san Leandro de Sevilla (540-600), nacido en Cartagena: gran amigo del papa Gregorio Magno. Más que por sus escritos destaca por sus hechos. Fue el alma del Concilio III de Toledo. Escribe una obra dedicada a su hermana Florentina “De institutione virginum” y otra “Contra los arrianos”. Su estilo literario es superior al de su hermano Isidoro; destaca por su finura y elegancia.
Podríamos citar hasta treinta ilustres escritores de la Iglesia visigótica. Terminamos recordando al más grande de todos: san Isidoro de Sevilla (560-636). Original pensador y sintetizador. Presidió el Concilio IV de Toledo. Fue un gran pastor en su diócesis, lo que no le quitó tiempo para dedicarse al estudio y a la composición de sus numerosos escritos. No es un creador de ideas originales, pero dada su erudición, fue un gran compilador y transmisor del saber de la antigüedad. Reunió una magnífica biblioteca e impulsó las escuelas episcopales, que junto a las parroquiales y monásticas, hicieron posible la formación cultural y teológica de muchos obispos, abades, clérigos y laicos. Su obra más conocida y difundida fue “Las etimologías”, dedicada al rey Sisebuto. Es una obra enciclopédica. Como indica el título de la misma, a partir de la etimología de una palabra, estudia y analiza un tema. Consta de 20 libros en los que trata toda clase de cuestiones, ya sagradas, ya profanas. Fue la obra más leída por los maestros de la Alta Edad Media europea. Escribió San Isidoro otros muchos tratados sobre Teología, Sagrada Escritura, Liturgia… Muy celebrados fueron sus escritos sobre Historia: su “Chronicon” es una breve historia universal que abarca hasta el año 615. De gran interés para conocer parte de la historia de nuestra patria es la “Historia de los godos, vándalos y suevos”, precedida del célebre prefacio “Laude de España”, donde exalta “la venturosa España, madre y príncipe de pueblos… como reina de todas las naciones”. Con san Isidoro se cierra el ciclo de los Padres de la Iglesia en el Occidente cristiano.
La cultura visigótica e isidoriana perdurará en España durante siglos (hasta la época de Alfonso X el Sabio) y la aportación de la misma a Europa será un claro precedente del posterior Renacimiento Carolingio (siglo IX).
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