“¿Quién ha subido al cielo y ha bajado? ¿Quién ha recogido los vientos en el hueco de su mano? ¿Quién ha envuelto las aguas en su manto? ¿Quién ha establecido todas las extremidades de la tierra? ¿Cuál es su nombre y el nombre de su hijo, si lo sabes?” Mishlé/Proverbios 30:4 (VIN)
Dios, Jehová, Señor, Padre, Eterno, Adonay... Muchos son los “nombres” o títulos que se le atribuyen a nuestro Creador. Sin embargo, ¿tendrá Él un nombre propio y único?
El pasaje de la Escritura que relata el encuentro de Moshéh (Moisés) con el Creador en la zarza ardiente nos brinda un dato muy importante acerca del nombre del Creador. Veamos que le dice el Creador cuando Moshéh le pregunta acerca de su nombre:
“Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.” Shemot/Éxodo 3:15 (RV1960)
Según la versión Reina Valera 1960 (RV1960), el Creador le contesta que su nombre es “Jehová”. Sin embargo, aquellos que tienen una Biblia versión Reina Valera 1960 notarán que al lado del nombre “Jehová” aparece una referencia a una nota al calce que dice algo similar a lo siguiente:
“El nombre Jehová representa el nombre divino YHWH que aquí se relaciona con el verbo hayah, ser.”
En otras palabras, el término “Jehová” no es el verdadero nombre del Creador. Su nombre, tal y como aparece en los escritos originales, es el siguiente:
Tomando como referencia la imagen anterior, las cuatro letras hebreas que componen su nombre, leyéndolas de derecha a izquierda (el hebreo se lee de derecha a izquierda), son : י yod (equivale a la Y), ה he (equivale a una H), ו wav (equivale a una W) y nuevamente ה he (equivale a la H). En otras palabras, leyendo las letras en hebreo de derecha a izquierda, y transliterándolas al español, tenemos lo siguiente: YHWH.
¿Cuál es la pronunciación correcta de esas cuatro letras juntas? Muchos argumentan que nadie la sabe, que se ha perdido, y por respeto a no tomar el nombre del Creador en vano y pronunciarlo incorrectamente se abstienen de pronunciarlo. Sin embargo, la evidencia arqueológica e histórica que tenemos en la actualidad nos confirma que la pronunciación correcta es Yahwéh (pronunciado Iaué).
El mismo Creador nos expresa a través de la Escritura su deseo de que su nombre correcto se de a conocer. Veamos:
“Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra.” Shemot/Éxodo 9:16 (RV1960, énfasis añadido)
“Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.” Yeshayahu/Isaías 52:6 (RV1960, énfasis añadido)
“En ti confiarán los que conocen tu nombre...” Tehilim/Salmos 9:10 (RV1960)
“Daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Yisrael, y nunca más permitiré que mi santo nombre sea profanado. Y sabrán las naciones que yo soy YHWH, el Santo de Yisrael. ” Yejezqel/Ezequiel 39:7 (VIN, énfasis añadido)
Incluso, Yahwéh exhorta a no olvidarnos de su nombre, y amonesta a aquellos que lo olvidan, lo cambian y/o provocan que otros caigan en ese error:
“Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Elohim, y extendido las manos a una deidad extranjera, nos pediría cuenta de esto Elohim, pues él conoce los secretos de la mente” Tehilim/Salmos 44:20-21 (VIN)
“¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?” Yirmeyahu/Jeremías 23:27 (RV1960)
Ahora bien, ¿cuál es el problema con los nombres que se usan comúnmente para hacer referencia al Creador? ¿No aparecen éstos en la Escritura también?
Lo primero que debemos entender es que los nombres NO SE TRADUCEN. Si usted se llama Carlos, y viaja a la China, usted se sigue llamando Carlos. Los nombres no se traducen a otro idioma, sino que se transliteran.
Dicho esto, examinemos algunos de los “nombres” que se le atribuyen al Creador y veamos cual es el problema:
Jehová
El nombre Jehová es producto de una traducción errónea. En la antigüedad, para evitar pronunciar el nombre “en vano” y proteger el nombre de caer en boca de los paganos, los escribas Masoretas colocaron debajo de las consonantes YHWH los signos vocálicos de la palabra Adonay, de modo que el lector pronunciara el título Adonay en sustitución del nombre sagrado. Más adelante, los traductores vieron las vocales YHWH junto con los signos vocálicos de Adonay, y lo tradujeron como YaHoWaH1, ignorando que se trataba de una clave o señal para evitar pronunciar el nombre sagrado. Posteriormente, el término YaHoWaH evoluciona hasta convertirse en Jehová. Sin embargo, como ya se ha dicho previamente, ésto es un error.
Por otro lado, la letra J es relativamente moderna. Según el artículo de Wikipedia en español sobre la letra J2, ésta es un derivado de la letra I y no aparece en la forma que la conocemos hoy hasta el siglo XVI. Por lo tanto, es imposible que los antiguos llamarán al Creador Jehová, ya que la letra J no existía para los tiempos bíblicos.
En adición, el término hovah en hebreo, que se asemeja a “Je-HOVÁ”, significa ruina, malicia y calamidad, entre otras (para comprobarlo, busque en un diccionario de Hebreo de Strong los términos #1943 havaw y #1942 hovah). No creo que Yahwéh se atribuya un nombre cuyo significado va en contra de su naturaleza de Creador y ser benevolente.
Por último, en el idioma hebreo, la mayoría de las palabras que terminan en -ah son de género femenino. El nombre Jehová, que proviene de YeHoWaH, muestra una terminación femenina. Sin embargo, a través de toda la Escritura, Yahwéh se proyecta como un ser masculino – específicamente, como un Padre y/o un Rey. Por lo tanto, sería lógico que su nombre fuera en género masculino y no femenino, lo cual nos muestra una evidencia más de lo errado que es el nombre Jehová.
Dios
La palabra Dios viene del vocablo en latín Deus3. Ésta, a su vez, proviene del griego Theós, el cual es una alusión directa a Zeus, la principal deidad pagana de los griegos. Por lo tanto, atribuir a Yahwéh el nombre Dios es realmente invocarlo por un nombre pagano.
Señor
Hay dos problemas principales con el título Señor. Primero, decirle Señor a Yahwéh es realmente degradarlo en jerarquía, pues Yahwéh es el Rey del universo, la autoridad máxima, pero una persona con título Señor está bajo autoridad de un gobernante o rey superior.
Por otro lado, el término señor está conectado con la palabra hebrea báal, la cual es utilizada comúnmente en la Escritura para aludir a los dioses paganos. Siendo así, no conviene utilizar un título pagano para aludir al Creador. Es interesante lo que dice sobre el término señor en Hoshea/Oseas 2:
“Y en ese día –declara YHWH– me llamarás 'mi Esposo', y no me llamarás más 'mi Señor' (VIN)
“En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.” (RV1960)
Es interesante notar los términos hebreos que utiliza la versión Reina Valera: ishí, que significa “mi esposo”; y baalí, que significa “mi señor”. Yahwéh mismo está declarando que su pueblo debe referise a Él como “mi esposo” y no como “mi señor”.
Finalmente, es oportuno mencionar que la frase “mi Señor” o “el Señor” ha sido utilizada en numerosos versos de la Escritura para ocultar el nombre del Creador, perpetuando así el error de esconder su nombre verdadero. Llamar al Creador “el Señor” es, en cierta forma, perpetuar esta errónea costumbre, contribuyendo a que el nombre del Creador siga oculto entre su pueblo.
Cuando comento acerca de este tema a otras personas, muchas se resisten, y alegan que si Yahwéh ha escuchado sus oraciones utilizando otros nombres, porque ahora tienen que cambiar. Bueno, Yahwéh es un Elohim (Poderoso) de misericordia, y si por ignorancia le invocamos por un nombre errado, el nos responde en su infinita misericordia. El mismo Yahshúa (su hijo) nos dice acerca de Él:
“¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?” Luqa/Lucas 11:11 (RV1960)
Sin embargo, si conocemos la verdad acerca de su nombre, ya no tenemos excusa. Él es claro en su Palabra, y desea que su pueblo le llame por su nombre.
Por otro lado, su invitación a llamarle por su nombre nos muestra que Él quiere tener intimidad con su pueblo, y desea que su pueblo le conozca tal como es. El mismo profeta Jeremías lo expresó por inspiración divina:
“Ciertamente, yo les enseñaré, de una vez por todas les enseñaré mi poder y mi fortaleza. Y aprenderán que mi nombre es YHWH”. ” Yirmeyahu/Jeremías 16:21 (VIN)
Éste es el tiempo en que Yahwéh está restaurando su nombre en toda la Tierra, y quitando los nombres de los “baales” (nombres paganos) de nuestra boca, para que le llamemos por su nombre correcto, y experimentemos la bendición y el poder que hay en su nombre.
“Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.” Hoshea/Oseas 2:17 (VIN)
Note el gran parecido que existe entre los términos Yahowáh y Adonay. Básicamente, tienen la misma secuencia de vocales a-o-a.
http://es.wikipedia.org/wiki/J
Vea el artículo de Wikipedia en español sobre el teŕmino Dios en http://es.wikipedia.org/wiki/Dios
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