lunes, 4 de diciembre de 2017

Haz que mi Corazón sea la Brújula que me Lleve a Ti

Una de Brújula es instrumento consistente en una caja en cuyo interior una aguja imantada gira sobre un eje y señala el norte magnético, que sirve para determinar las direcciones de la superficie terrestre (Definición según Diccionario RAE).

Las brújulas siempre marcan al norte porque cuentan con una aguja que funciona como un imán que es atraído por el polo magnético sur de la tierra (que se encuentra cerca del polo norte geográfico) y polos opuestos se atraen. Bueno no soy experta en física, pero me llamó la atención del funcionamiento de las brújulas porque se utilizan para orientar y si hay algo que anhela mi corazón es caminar en dirección hacia mi amado Señor Jesucristo, por eso deseo que mi corazón funcione como una brújula que me muestre el camino a seguir para llegar a Él.


Hablando Espiritualmente la brújula es nuestro corazón, la fuerza magnética que hace que la misma funcione es el Espíritu Santo y si a esto le sumas el uso de un mapa que sería la Palabra de Dios, entonces déjame decirte estás listo para encontrar el camino que debes seguir: “Jesús”.

Juan 14:6  --Yo soy el camino,  la verdad y la vida --le contestó Jesús--. 
Nadie llega al Padre sino por mí.

Pero ¿sabías que la brújula puede fallar cuando hay presencia de objetos de hierro? Esto porque las estructuras de hierro afectan el campo magnético, pensando en el plano espiritual lo que afecta nuestra comunión (campo magnético) con el Señor es el pecado (estructura de hierro):

1 Juan 2:15-17  No amen al mundo ni nada de lo que hay en él.  Si alguien ama al mundo,  no tiene el amor del Padre. Porque nada de lo que hay en el mundo --los malos deseos del cuerpo,  la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida-- proviene del Padre sino del mundo. El mundo se acaba con sus malos deseos,  pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Así que es importante considerar que si deseamos de todo corazón mantener una comunión con nuestro Dios Eterno debemos:

1. Reconocer al Señor Jesús como nuestro Salvador, entregarle nuestro corazón para que se convierta en esa brújula que nos indicará el camino a seguir para vivir con, por y para Él.

2. Pedir la llenura del Espíritu Santo y sentiremos la fuerza de un imán que nos atrae hacia Él, recuerda que polos opuestos se atraen, Él es Santo y nosotros pecadores. Lo que nos atrae a  Él es Su infinito amor que nos fortalece y anima para apartarnos del pecado.

3. Estudiar la Palabra de Dios porque es el mapa que nos servirá de guía para no perder el rumbo, al estudiarla tendremos la certeza de encontrarnos con Él.

4. Evitar el pecado, pidamos la ayuda a Dios para mantenernos apartados de la tentación y tener la fortaleza para decir no a los deseos pecaminosos de nuestra carne. No permitamos que el pecado sea una fortaleza de hierro que nos impida mantener comunión con el Señor.

Oh Jesús haz que mi corazón sea esa brújula que me lleve a Ti, tómame, guíame, fortaléceme y ayúdame para apartarme del pecado, quiero vivir contigo, para Ti y por Ti, te amo y te anhelo de todo corazón. En Tu Nombre Señor Jesús los pido, ¡Amén!

Confió en que así será porque fiel es Tu palabra que dice: Juan 16:13  Pero cuando venga el Espíritu de la verdad,  él los guiará a toda la verdad,  porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.

Salmo 43:3-5  Envía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen a tu monte santo, que me lleven al lugar donde tú habitas. Llegaré entonces al altar de Dios, del Dios de mi alegría y mi deleite, y allí,  oh Dios,  mi Dios, te alabaré al son del arpa.

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!

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