Nuestra palabra Pascua viene del hebreo פֶּסַח, Pésaj. Y conmemora el éxodo del pueblo hebreo de Egipto a la Tierra Prometida y su liberación de la esclavitud. En el Éxodo -el libro de la salida de Egipto del Pentateuco- un pasaje explica cómo Moisés explica a los ancianos que deben sacrificar un cordero y pintar con su sangre los dinteles de las puertas para que Dios «las pase» (pésaj) y no
mueran en ellas por las plagas, sus primogénitos:
21 Y Moisés convocó á todos los ancianos de Israel, y díjoles: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua.
22 Y tomad un manojo de hisopo, y mojadle en la sangre que estará en una jofaina, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.
23 Porque Jehová pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.
24 Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.
25 Y será, cuando habréis entrado en la tierra que Jehová os dará, como tiene hablado, que guardaréis este rito.
26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro?
27 Vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de Jehová, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió á los Egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.
28 Y los hijos de Israel se fueron, é hicieron puntualmente así; como Jehová había mandado á Moisés y á Aarón*
Preparar Pésaj
Pésaj no es celebración de un día sino de siete, aunque en la Diáspora son ocho, por posible errores de cálculo debidos a las diferencias con el calendario oficial que se establecía en Jerusalem. Como hemos indicado, se inician hoy y se terminarán el 16 de abril, (15 a 22 de nisán). Tanto el primero como el último día se consideran días sagrados (Yom Tov). No son laborables y se santifican con el rezo de kidush.
Preparar la celebración implica también preparar la casa y los alimentos. Éstos deben ser kosher. Para ser exactos Kosher para Pesaj y deberán estar libres de jametz**: son aptos carnes, pescados, aves, frutas o verduras kosher, pero no lo son arroz, maíz, mijo, garbanzos, judías, pizza, pasta, fideos… No hay más pan que el ázimo: el “matzá”.
Por tanto, también hay que limpiar la casa para hacer desaparecer cualquier vestigio de jametz que pudiera quedar: comedor, cocina, habitaciones, despachos o incluso, los coches. Los utensilios de la cocina también entran en el lote. Por tanto, es más práctico tener dos juegos de todos: los de uso diario y los especiales para Pésaj.
Preparar el Seder
La primera noche de la festividad se celebra la cena tradicional que es el punto álgido de la Pésaj. Sigue un orden o rito –Seder– compuesto por una serie de acciones simbólicas para recordar la historia que cuenta el libro del Éxodo. Para el Seder hay que tener preparados los elementos simbólicos que se van a consumir durante el rito:
-Matzot: tres piezas de pan ázimo -matzá- redondas y hechas a mano. El tamaño se calcula teniendo en cuenta que para comensal mayor de 13 (hombre) o 12 años (mujer) debe poder disponer cada uno de cinco kazáit (medida que corresponde con 28 gr. y que es el mínimo para ser considerado comida) de matzá que consumirán a lo largo del Seder.
–Vino: elaborado especialmente para Pésaj, evidentemente kosher. La cantidad se calcula por cabeza y por las cuatro copas de vino que se beben en el proceso.
–Jrein (también, lechuga): 17,3 gr por cabeza, dos porciones
–Jaroset: pasta de nueces molidas, vino, manzana y pera, de sabor dulce y color oscuro con el que se simboliza, por su textura, la arcilla de los ladrillos que fabricaban los israelitas cuando eran esclavos en Egipto
–Karpás: alguna verdura como cebolla, apio, etc.
-Beitzá: un huevo duro por comensal
–Zeróa: un trozo de cuello de pollo, asado y despojado de la carne
-Un bol con agua y sal.
Cena tradicional y Hagada
En el Seder se escenifica de forma simbólica el éxodo. Se reproduce la salida de Egipto con una serie de acciones (15 pasos, que numeramos para seguirlos mejor) y partiendo de la base de que cada comensal debe participar en la cena sintiéndose uno de aquellos hombres y mujeres: recordando la huida, las persecuciones, las diez plagas que David envió al faraón o el paso por el Mar Rojo.
El orden se sigue apoyándose en la lectura de la Hagadá. Es un tratado que redactaron los sabios del Talmud en el que se recogen fragmentos del Éxodo, que se leerán en el transcurso del Seder -las cuatro preguntas que recitará el hijos menor de la familia o las cuatro copas de vino que se beben entre otras. Su lectura debe provocar el debate e invitar a los comensales a preguntarse sobre el origen de las tradiciones judías. Especialmente a los niños.
El Seder se inicia con las bendiciones-Kadesh (1)-: se recita la bendición del vino pues durante el Seder se beberán cuatro copas. Simbolizan las cuatro expresiones de libertad (en su sentido de liberación) que se emplean en la Torá en relación al éxodo. Además, simbolizan los cuatro grandes méritos de los hijos de Israel a pesar de éxodo y del exilio: no cambiar sus nombres hebreos; seguir hablando su propio idioma; conservar su moralidad y mantenerse leales unos a otros. Se beben reclinándose hacia la izquierda para simbolizar ser libres.
Tras kadesh, la purificación –Urjatz (2)-: para tocar la comida, las manos deben estar limpias de impurezas. Y es momento del aperitivo -Karpás (3)-. Se moja un pedacito de cebolla o de otra verdura en agua salada -que simboliza las lágrimas derramadas en Egipto- y se come. Después se parte la matzá en dos –Iajatz (4)– y se guarda el pedazo más grande para usarlo más adelante: simboliza el Mar de Juncos dividiéndose para que los israelíes cruzaran sobre tierra seca. El pedazo más pequeño simboliza la pobreza.
Llega entonces la primera lectura de la Hagada –Maguid (5)-. Se leerá en tres partes: antes, durante y después de la cena.
Antes de empezar a cenar y de beber la segunda copa de vino, reclinándose uno también, se vuelven a lavar las manos –Rajtza (6)-: de la forma habitual, vertiendo el agua en la mano derecha, repitiendo y haciendo lo mismo con la izquierda. Se toma entonces el pan –Motzí (7)-. Las tres piezas de pan ázimo se alzan mientras se bendicen –Matzá (8)– . La que ya se ha partido se sitúa en medio de las dos que aun están enteras, después se suelta con cuidado la de abajo y se parten en pedazos de por lo menos 28 gramos. Se comen uniéndolos a modo de sandwich –Korej (10)-. El relleno entre ambas porciones de matzá, lo componen hierbas amargas –Maror (9)– que simbolizan la amargura del llanto del pueblo israelí- que se añaden al jaroset*** mientras se bendice -al ajilat maror -.
Comienza después la cena festiva o Shuljan Orej (11), en la que lo primero que se sirve es un huevo duro –Beitzá- mojado en agua salada. La cena se cierra – Tzafún (12)– con un postre o afikomán: la media matzá que se reservó al inicio. Esta última porción de matzá representa al cordero de Pésaj -que sólo puede ofrendarse en el Templo Sagrado de Jerusalem- y que se tiene que comer con el estómago lleno.
Tras el postre no se come ni se bebe más salvo las restantes dos copas de vino. La tercera, tras las bendiciones de después de la comida –Beraj (13)-. Es momento entonces de recitar a Elías y de cantar las alabanzas –Halel (14)– tras las que aun queda por beber la cuarta copa de vino, previa la correspondiente bendición.
Cumplido el rito se confía en que sea bien recibido por el Todopoderoso –Nirtzá (15)– y se cierra diciendo:
“Le-shana ha-baá be-Ierushalaim- El año próximo en Jerusalem”.
Igual que sucede con otras festividades esta celebración tiene diferentes versiones según si la tradición es askenazí o sefardí y, además, como en todas partes, como en todos los países y en todas las confesiones, no todo el mundo cumple estrictamente la tradición. Muchos judíos se limitan a celebrar el Seder de Pésaj y no el resto de las celebraciones y ceremonias de la semana. Para nosotros, conocer ritos y celebraciones, es parte de nuestra formación y nos ayuda a entender el trasfondo de muchos actos. Y siempre sirven de inspiración. ¡Nunca está de más saber!
*cita
** jametz: cualquier alimento hecho de granos y agua que se someta a fermentación: pan, cereales, tortas, galletitas, pizza, pastas, whisky, cerveza… y productos cosmético, cremas y perfumen que puedan contenerlos.
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