En la antigua religión y mitología romana, Jano (Latín: IANVS (Iānus)) es el dios de los comienzos, puertas, transiciones, tiempo,👉 *dualidad,*👈 umbrales,[1] pasajes y finales. Solía representarse con dos caras, ya que mira al futuro y al pasado. Convencionalmente se piensa que el mes de enero se llama en honor de Jano (Ianuarius),[2] pero según los almanaques de los antiguos granjeros romanos, Juno era la deidad tutelar del mes.[3] Jano presidía sobre el comienzo y el final del conflicto y, por lo tanto, la guerra y la paz. Las puertas de un edificio en Roma eran llamadas en su honor, no un templo como suele decirse, sino un recinto abierto con puertas en cada extremo, que se abrían en tiempo de guerra y se cerraban para marcar la llegada de la paz (que no pasaba muy a menudo). Como dios de transiciones, tenía funciones respecto al nacimiento, los viajes y el intercambio, y en su asociación con Portuno, un dios similar de los puertos y puertas, se encargaba del viaje, el comercio y el transporte. Jano no tenía flamen o sacerdote especializado (sacerdos) asignado, pero que el propio Rey de los Ritos Sagrados (rex sacrorum) realizaba sus ceremonias. Jano tenía una presencia ubicua en las ceremonias religiosas durante el año. Como tal, Jano era invocado ritualmente al comienzo y final de cada ceremonia, sin importar la deidad principal honrada en cada ocasión particular. Los antiguos griegos no tenían equivalente a Jano, a quienes los romanos consideraban distintivamente propio. Etimologías Los

antiguos eruditos propusieron tres etimologías, cada una con implicaciones sobre la naturaleza del dios.[4] La primera se basa en la definición de Caos dada por Pablo el diácono: hiantem, hiare, estar abierto, de la que derivaría la palabra Ianus por pérdida de la inicial aspirada. En esta etimología, la noción de Caos derivaría de la naturaleza primordial del dios.[5][6] Otra etimología propuesta por Nigidio Fígulo es relacionada por Macrobio:[7]Ianus sería Apolo y Diana Iana, por la incorporación de la D por motivo de eufonía. La explicación ha sido aceptada por A. B. Cook y J. G. Frazer. Apoya todas las asimilaciones de Jano al cielo brillante, el Sol y la Luna. Supone un *Dianusanterior, formado de *dia- Diferentes representaciones de Jano de L'antiquité expliquée et représentée en figures de Bernard de Montfaucon. Aunque se debate la naturaleza fundamental de Jano, la opinión de la mayoría de académicos modernos sobre las funciones del dios pueden verse organizadas en torno un solo principio: presidir sobre todo los comienzos y transiciones, ya sean abstractas o concretas, sagradas o profanas.[14] Las interpretaciones sobre la naturaleza fundamental del dios lo limitan a su función general o enfatizan un aspecto concreto o particular de ella (identificándolo con la luz,[15]el Sol,[16] la Luna,[17] el tiempo,[18] movimiento,[19] the year,[20] el año, las puertas,[21] puentes,[22] etc.) o ven en el dios un tipo de principio cosmológico, interpretándolo como una deidad uránica.[23] Casi todas estas explicaciones modernas fueron originalmente formuladas por los antiguos.[24] Dios de los comienzos y pasajes Su función como dios de los comienzos puede expresarse claramente en numerosas fuentes antiguas, destacando más notablemente Cicerón, Ovidio y Varrón.[25] Como dios de movimiento, Jano supervisa los pasajes, inicia la acción y preside sobre todos los comienzos. Dado que el movimiento y el cambio están interconectados, tiene una naturaleza doble, simbolizada en su imagen bicéfala.[26] Bajo su tutelaje está entrar o salir de las puertas de las casas,[27] el ianua, que tomó su nombre de él[28] y no viceversa.[29] Igualmente, su tutelaje se extiende a los pasajes cubiertos llamados iani y principalmente las puertas de la ciudad, incluyendo la puerta cúltica del Argiletum, llamada Ianus Geminus o Porta Ianualis, que protege a Roma contra los sabinos.[30] Está presente en el Sororium Tigillum, donde protege el término de los caminos a Roma de Latium.[31] Tiene un altar, luego un templo cerca de la Porta Carmentalis, donde terminaba el camino a Veyes. así como estar presente en el Janículo, una puerta de Roma a Etruria.[32] La conexión de las nociones del principio (principium), movimiento, transición (eundo) y, por tanto, el tiempo, fue expresada claramente por Cicerón.[33] En general, Jano está en el origen del tiempo como guardián de las puertas del Cielo: el propio Júpiter puede moverse adelante y atrás gracias al trabajo de Jano.[34] En uno de sus templos, probablemente en el foro Holitorio, las manos de su estatua se posicionaban para simbolizar el número 355 (el número de días del año lunar), comienzo del mundo, como en la propia religión y dioses, también sostiene el acceso al Cielo[35] y a los otros dioses: esta es la razón por la que los hombres deben invocarle primero, sin importar el dios al que quieran rezar o aplacar.[36] Es el iniciador de la vida humana,[37] de las nuevas eras históricas y las empresas financieras: según el mito, era el primero en acuñar monedas y el as, primera moneda de la serie liberal, porta su efigie en una cara.[38] Dios del cambio y el tiempo Jano simboliza frecuentemente los cambios y transiciones como el progreso del pasado al futuro, de una condición a otra, de una visión a otra, y el crecimiento de los jóvenes a la edad adulta. Representaba el tiempo porque podía ver al pasado con una cara y al pasado con la otra.[39] Por ello, Jano fue venerado al comienzo de la cosecha y siembra, así como en los matrimonios, muertes y otros comienzos. Representaba el punto intermedio entre la barbarie y la civilización, espacio rural y urbano, juventud y edad adulta. Teniendo jurisdicción sobre los comienzos, Jano tenía una asociación intrínseca con los augurios y auspicios.[40] Posición en el panteón Leonhard Schmitz sugiere que era probablemente el dios más importante del panteón arcaico romano. Solía ser invocado junto con Júpiter.[41] Teoría de la peculiaridad estructural En una de sus obras, G. Dumézil ha postulado la existencia de una diferencia estructural de nivel entre los dioses indoeuropeos del comienzo y el fin y otros dioses que caen en la estructura tripartita, reflejando la organización más antigua de la sociedad. Por lo que en las religiones indoeuropeas, hay un dios introductor (como el Vayu védico o el Jano romano) y un dios del fina, una diosa cuidadora o un genio del fuego (como la védica Sarasvati y Agni, el avéstico Armaiti, Anâitâ y la romana Vesta) que muestran un tipo de solidaridad mutua: el concepto de "dios de finalización" es definido en conexión a la mención humana, es decir, la situación actual del hombre en el universo, y no a los finales como transiciones, que están bajo la jurisdicción de los dioses del comienzo debiéndose a la naturaleza ambivalente del concepto. Por lo tanto, el dios del comienzo no es reducible estructuralmente a un dios soberano, ni la diosa de la finalización a ninguna de las tres categorías en las que se distribuyen las diosas. Hay sin embargo un mayor grado de vaguedad respecto a la función y papel de las diosas, que pueden haber formado una estructura preexistente permitiendo la absorción de las diosas madre, cuidadoras y protectoras mediterraneas.[42] Como consecuencia, la posición de los dioses del comienzo no sería un problema de un proceso diacrónico de degradación padecido por un dios uránico supremo, sino un rasgo estructural inherente a su teología. La caída de los dioses primordiales uránicos en la condición de deus otiosus es un fenómeno bien conocido en la historia de las religiones. Mircea Eliade dio una evaluación positiva a las opiniones de Dumézil y de los resultados en investigación comparativa sobre las religiones indoeuropeas lograda en Tarpeya,[43] incluso aunque él en muchas de sus obras observó y discutió el fenómeno de la caída de las deidades uránicas en numerosas sociedades de interés etnológico.[44] Teoría del dios solar Según Macrobio que cita a Nigidio Fígulo y Cicerón, Jano y Jana (Diana) son una pareja de divinidades, veneradas como Apolo o el Sol y la Luna, ahí que Jano reciba sacrificios antes que todos los demás, porque a través de él está el aparente camino de acceso a la deseada deidad.[45] Similarmente, A. Audin interpreta al dios como el tema de un largo proceso de desarrollo, comenzando con las culturas suméricas, de los dos pilares solares situados en los flancos orientales de los templos, cada uno marcando la dirección del Sol naciente en las fechas de los dos solsticios: el sureste correspondiendo al invierno y el noreste correspondiendo al solsticio de verano. Estos dos pilares podrían estar en el origen de los gemelos divinos, uno que es mortal (relacionado con el pilar NE, confinado en la región donde el Sol no brilla) y el otro es inmortal (relacionado con el pilar SE y la región donde el Sol siempre brilla). Luego, estos modelos iconográficos evolucionaron en el Oriente Medio y Egipto a una sola columna representando dos torsos y finalmente un solo cuerpo con dos cabezas mirando en sentidos opuestos.[46] Numa, en su regulación del calendario romano, llamó al primer mes Januarius por Jano, según la tradición, considerada la mayor divinidad de la época. Templo El templo de Jano con las puertas cerradas, en un sertercio emitido con Nerón en el 65 d.C. de acuñación en Lugdunum Numa construyó el Ianus geminus (también Jano Bifrons, Jano Quirino o Portae Belli), un pasaje abierto ritualmente en épocas de guerra y cerrado cuando los ejércitos romanos descansaban.[47] Formaba un recinto amurallado con puertas en cada extremo, situado entre el antiguo foro romano y el de Julio César, que había sido consagrado por el propio Numa Pompilio.[48] Sobre la situación exacta y aspecto del templo hay mucho debate entre académicos. En época de guerra, las puertas de Jano se abrían y en se realizaban sacrificios y vaticinios en su interior, para preveer el resultado de las hazañas militares.[49] Las puertas se cerraban durante la época de paz, un suceso extremadamente raro. Se suponía que la función del Ianus Geminus era ser un tipo de buen augurio: en tiempo de paz se decía que cerraba las guerras desde dentro o mantener la paz dentro;[50] en tiempos de guerra se decía que estaba abierta para permitir el retorno de las personas en servicio.[51] Augusto hace cerrar las puertas del templo de Jano, Louis de Boullogne el joven. Se dice que un templo de Jano fue consagrado por el cónsul Cayo Duilio en el 260 a.C. tras la batalla de Milas en el foro Holitorio. Contenía una estatua del dios con la mano derecha mostrando el número 300 y la izquierda con el número 65, es decir, el número de días del año solar y doce altares, uno por cada mes.[52] La estructura de cuatro lados conocida como Arco de Jano en el foro Transitorio data del siglo I de la época cristiana: según la opinión común, fue construida por el emperador Domiciano. Sin embargo, los académicos americanos L. Ross Taylor y L. Adams Holland en base al pasaje de Estacio,[53] mantienen que fue una estructura anterior (la tradición dice que Ianus Quadrifrons fue traída a Roma de Falerii)[54] y que Domiciano solo la rodeó con su nuevo foro.[55] De hech, el edificio del foro Transitorio fue completado e inaugurado por Nerva en el 96 d.C. Epítetos de culto Jano de Münster (1550). Una manera de investigar la compleja naturaleza de Jano es analizar sistemáticamente sus epítetos de culto: los documentos religiosos pueden conservar una idea de la teología de la deidad más precisamente que otras fuentes literarias. Las principales fuentes de los epítetos de culto de Jano son los fragmentos de Carmen Saliare de Varrón en su obra Di Lingua Latina, una lista conservada en un pasaje de Saturnales (I 9, 15-16) de Macrobio, otro en un pasaje de De Mensibus (IV 1) de Juan Lido, una lista de Historiarum Compendium (I p. 295 7 Bonn) de Jorge Cedreno, dependiente parcialmente de Lido, y en un comentario de Servio Honorato de la Eneida (VII 610).[56] Las obras literarias también preservan algunos de los epítetos de culto de Jano, como el largo pasaje de Ovidio en Fastos dedicado a Jano al comienzo del libro I (89-293), Tertuliano, Agustín y Arnobio. Carmen Saliare Como podría esperarse de los versos de apertura del Carmen,[57] están dedicados a honrar a Jano, de ahí el verso llamado ianuli.[58] Pablo el diácono[59] menciona los versus ianuli, iovii, iunonii, minervii. Solo se conservan parte del versus ianuli y dos del iovii. El manuscrito tiene: Párrafo 26: cozeulodorieso. omia ũo adpatula coemisse. ian cusianes duonus ceruses. dun; ianusue uet põmelios eum recum Párrafo 27: diuum êpta cante diuum deo supplicante [...] ianitosCARMEN Se han propuesto muchas reconstrucciones: varían ampliamente en puntos dudosos y todas son tentativas, no obstante, uno puede identificar con certeza algunos epítetos:[60] Cozeiuod[61] orieso.[62] Omnia vortitod[63]Patulti; oenus es iancus (or ianeus), Iane, es, duonus Cerus es, duonus Ianus.Veniet potissimum melios eum recum. Diuum eum patrem (or partem) cante, diuum deo supplicate.ianitos.[64]RECONSTRUCCIÓN los epítetos que pueden identificarse son: Cozeuios, es decir, Conseuius el sembrador, que abre el carmen y está atestiguado como una forma antigua de Consivio en Tertuliano;[65]Patultius: el abridor; Iancus o Ianeus: el portero; Duonus Cerus: el buen creador; rexrey (potissimum melios eum recum: el más poderoso y mejor de los reyes); diuum patrem(partem)[66] padre de los dioses (o parte de los dioses); diuum deus: dios de los dioses; ianitos: el conserje, portero. Otras fuentes Las fuentes arriba mencionadas dan: Ianus Geminus, I. Pater, I. Iunonius, I. Consivius, I. Quirinus, I. Patulcius y Clusivius (Macrobio arriba I 9, 15): Ι. Κονσίβιον, Ι. Κήνουλον, Ι. Κιβουλλιον, I. Πατρίκιον, I. Κλουσίβιον, I. Ιουνώνιον, I. Κυρινον, I. Πατούλκιον, I. Κλούσιον, I. Κουριάτιον (Lido IV 1); I. Κιβούλλιον, I. Κυρινον, I. Κονσαιον, I. Πατρίκιον (Cedreno Historiarum Compendium I p. 295 7 Bonn); I. Clusiuius, I. Patulcius, I. Iunonius, I. Quirinus(Servio Aen. VII 610). Incluso aunque la lista se superponga hasta cierto punto (cinco epítetos son comunes a la lista de Macrobio y Lido), la explicación de estos epítetos difieren notablemente. La enumeración y explicación de Macrobio probablemente se saben directamente en la obra de Cornelio Labeo, ya que suele citar con frecuencia este autor en Saturnales, como cuando da una lista de los epítetos de culto de Maia[67] y menciona una de sus obras, Fastos.[68] En relación a los epítetos de Jano, Macrobio afirma: "Invocamos en los ritos sagrados". El propio Labeo, como es afirmado en el pasaje de Maia, los leyó en una lista de indigitamenta del libri pontificum. Por otra parte, la autoridad de Lido pudo no haber consultado estos documento precisamente porque ofrece explicaciones diferentes (y a veces extrañas) para los epítetos comunes: parece probable que recibió una lista sin interpretaciones anexadas y las interpretaciones son solo las propias.[69] Pater Pater es quizás el epíteto más común de Jano, encontrado también en la composición Ianuspater. Aunque numerosos dioses comparten este epíteto cúltico, parece que los romanos sentían que era típicamente pertinente a Jano.[70] Cuando era invocado junto a otros dioses, normalmente solo él es llamado pater. Para Jano, el título no es solo un término de respeto; marca principalmente su función primordial. Es el primero de los dioses y, por tanto, su padre: la fórmula quasi deorum deum corresponde a diuum deus del carmen Saliare.[71] Igualmente, la expresión duonus Cerus, Cerus significa creador y se considera una forma masculina relacionada con Ceres.[72] Lido da Πατρίκιος (Patricius) y lo explica como autóchthon: dado que no da otro epíteto correspondiente a Pater, puede inferirse que Lido entiende Patricius como sinónimo de Pater.[73] No hay pruebas conectando a Jano con los cultos gentilicios o identificándolo como un dios nacional venerado particularmente por las antiguas familias patricias.[74] Geminus Geminus es el primer epíteto en la lista de Macrobio. Aunque no está clara la etimología de la palabra,[75] se tiene certeza de que se relaciona con su rasgo más típico, el tener dos caras o cabezas. Las pruebas son las numerosas expresiones equivalentes.[76] El origen de este epíteto puede ser concreto, refiriéndose directamente a la imagen del dios reproducido en monedas[77] y supuestamente introducido por el rey Numa en el santuario en el punto más bajo del Argiletum,[78] o un rasgo del Ianus de la Porta Belli, la puerta doble abierta ritualmente al comienzo de las guerras,[79] o abstracta, derivando metafóricamente de las funciones liminales, intermediarias del propio dios: en pasajes conectados tanto en tiempo como espacio entre dos esferas, reinos o mundos distintos.[80] El Jano quadrifrons o quadriformis, traído según la tradición de Falerii en el 241 a.C.[81] e instalado por Domiciano en el foro Transitorio,[82] aunque tenía un significado distinto, parece estar conectado al mismo complejo teológico, como si su imagen tuviera una habilidad de gobernar sobre todas las direcciones, elementos y épocas del año. Sin embargo, no dio lugar a un nuevo epíteto.[83][84] Patulcius y Clusivius Patulcius y Clusivius o Clusius son epítetos relacionados con una cualidad inherente y función de las puertas, que es la de permanecer abiertas o cerradas.[85] Servio interpreta igualmente a Patulcius. Lido da una traducción incorrecta, "αντί του οδαιον", que no obstante refleja uno de los atributos del dios, ser el protector de los caminos.[86] En otras zonas, Lido cita el epíteto θυρέος para justificar la llave sostenida por Jano. La cualidad antitética de los dos epítetos quiere reflejar las condiciones opuestas alternantes,[87] encontrándose comúnmente en el indigitamenta: en relación a Jano, Macrobio cita ejemplos de Antevorta y Postvorta,[88] las personificaciones de las dos indigitaciones de Carmentis. Estos epítetos se asocian con la función ritual de Jano en la apertura de la Porta Ianualis o Porta Belli.[89] El rito puede datar de tiempos previos a la fundación de Roma. Los poetas intentaron explicar este rito imaginando que la puerta encerraba la guerra o la paz dentro de ianus, pero en su importancia religiosa pudo haber intentado propiciar el retorno a casa de los soldados victoriosos.[90] Quirinus Quirinus es un epíteto debatido. Según algunos académicos, mayormente francófonos, parece estrictamente relacionado a las ideas del paso de la gente romana de la guerra de vuelta a la paz, de la condición de miles, soldado, a la de quiris, ciudadanos ocupados en sus negocios pacíficos, como implican los ritos de la Porta Belli. Este es de hecho el sentido común de la palabra quirites en latín.[91] Otros académicos, principalmente germanófonos, creen que, al contrario, está relacionado con el caracter marcial del dios Quirino, una interpretación apoyada por numerosas fuentes antiguas: Lido,[92] Cedreno,[93] Macrobio,[94] Ovidio,[95]Plutarco[96] y Pablo el diácono.[97][98] Schilling y Capdeville responden que es su función de presidir sobre el retorno a la paz que dio a Jano este epíteto, como confirma su asociación el 30 de marzo con Pax, Concordia y Salus.[99] incluso aunque es cierto que Jano, como dios de todos los comienzos, también preside sobre la guerra y por tanto suele ser llamado belliger, "beligerante"[100] así como pacificus. Este uso también es discutido por Dumézil en varias obras sobre la naturaleza armada de Mars qui praeest paci, la cualidad armada de los dioses de la tercera función y las armas de la tercera función.[101] C. Koch, por otra parte, ve el epíteto Jano Quirino como un reflejo del patronato del dios sobre los dos meses del comienzo y fin del año, tras su incorporación por el rey Numa en su reforma del calendario. Esta interpretación también se correspondería con la naturaleza liminal de Jano.[102] El término compuesto Ianus Quirinus estaba particularmente en voga en la época de Augusto, cumpliendo particularmente bien su interpretación pacífica con la ideología augusta de la Pax Romana.[103] El compuesto Ianus Quirinus se encuentra también en el rito del spolia opina, una lex regia adscrita a Numa, que prescribió que el tercer rango de un rey o jefe matado en batalla, aquellos conquistados por un soldado común, debe consagrarse a Ianus Quirinus.[104] Schilling cree la mención de este rito a Ianus Quirinus para personificar la interpretación profética original, que adscribe a esta deidad los últimos botines concluyentes de la historia romana.[105] Ποπάνων (Popanon, Libo?) El epíteto Ποπάνων (Popanōn) solo es atestiguado por Lido,[106] que cita a Varrón afirmando que en el día de la kalendae era ofrecido una tarta que le otorgó este título. No hay pruebas conservadas de este nombre en latín, aunque el rito es atestiguado por Ovidio para la calenda de enero[107] y por Pablo.[108]Esta tarta era llamada ianual, pero el epíteto relacionado de Jano no podría haber sido Ianualis: se ha sugerido Libo,[109] que sigue siendo puramente hipotético. El contexto permitiría una etimología etrusca. Iunonius Jano debe su epíteto Iunonius a su función como patrón de todas las calendas, que también están asociadas con Juno. En la explicación de Macrobio: "Iunonium, por así decirlo, no solo anticipa la entrada a Enero, sino a todos los mese: de hecho todas las calendas están bajo la jurisdiccion de Juno". En la época cuando el pontifex minorobservaba el ascenso de la Luna nueva, el rex sacrorum le asistía ofreciendo un sacrificio a Jano en la Curia Calabra mientras la regina sacrorum sacrificaba a Juno en la regia.[110]Algunos académicos han mantenido que Juno era la paredra primitiva del dios. Este punto se basa en la naturaleza de Jano y Juno y en la base de una importante disputa: ¿era Jano un antiguo dios supremo uránico degradado, o eran Jano y Júpiter coexistentes, siendo sus identidades estructuralmente inherente a su teología original? Entre los académicos francófonos Grimal y (implícitamente y parcialmente) Renard y Basanoff han apoyado la visión de un dios supremo uránico frente a Dumézil y Schilling. Entre los académicos anglófonos, Frazer y Cook han sugerido una interpretación de Jano como un dios supremo uránico. Sea cual sea el caso, es cierto que Jano y Juno muestran una peculiar afinidad recíproca: mientras Jano es Iunonius, Juno es Ianualis, ya que ella preside sobre el parto y el ciclo menstrual, y las puertas abiertas.[111] Además, apartes de las calendas, Jano y Juno están también asociados al rito del Tigillum Sororiumel 1 de octubre, en el que portan los epítetos Ianus Curiatus y Iuno Sororia. Estos epítetos, que intercambian sus cualidades funcionales de los dioses, son las pruebas aparentes más destacables de su proximidad.[112] El rito se discute en detalle en la sección inferior. Consivius Consivius, sembrador, es un epíteto que refleja la función tutelar del dios en el primer instante de la vida humana y de la vida en general, la concepción. Esta función es un caso particular de su función de patrón de los comienzos. En cuanto al hombre respecta, es obviamente de la mayor importancia, incluso aunque Agustín y algunos académicos modernos la ven como menor.[113] Agustín muestra asombro por el hecho de que alguno de los dii selecti puedan ocuparse de tal tarea: "De hecho el propio Jano primero, cuando se concibe el embarazo...abre camino para recibir el semen".[114] Varrón, por otra parte, tenía clara la importancia de la función de comenzar una nueva vida abriendo camino al semen y, por lo tanto, comenzó su enumeración de los dioses con Jano, siguiendo el patrón de la Carmen Saliare.[115]Macrobio da la misma interpretación del epíteto en esta lista: "Consivius de sembrar (conserendo), es decir, de la propagación del género humano, que es diseminado por la obra de Jano"[116] como la forma más antigua. Sin embargo, no considera Conseuius como un epíteto de Jano, sino como un teónimo por derecho propio. Tigillum Sororium Se suponía que este rito conmemoraba la expiación del asesinato de Marco Horacio a su hermana.[168] El joven héroe con su cabeza velada debía pasar bajo una viga que se extendía por un callejón. El rito se repetía anualmente el 1 de octubre.[169] El tigillum consistía en una viga sobre dos postes.[170] Se mantenía en buenas condiciones con los gastos públicos en la época de Livio. Detrás del tigillum, en lados opuestos del callejón, permanecían los dos altares de Jano Curiatus y Juno Sororia. Su situación estaba en el vicusllevando a la Carinae, quizás en la zona de cruce del pomerium.[171] El rito y el mito han sidos interpretados por Dumézil como una purificación y desacralización de los soldados de la contaminación religiosa contraída en la guerra y una liberación del guerrero del furor, ira, tan peligrosa en la ciudad como necesaria en la campaña.[172] El rito tuvo lugar en las calendas de octubre, el mes marcando el final de la actividad militar anual en la antigua Roma. Los académicos han ofrecido distintas interpretaciones del significado del Jano Curiatius y Juno Sororia. La asociación de los dos dioses con este rito no está inmediatamente clara. Sin embargo, es aparente que intercambiaban sus epítetos, ya que Curiatius está conectado con (Juno) Curitis y Sororia con (Jano) Geminus.[173]Renard cree que aunque Jano es el dios del movimiento y las transiciones, no se preocupa directamente de la purificación, mientras el arco se asocia más con Juno. Este hecho sería testificado por el epíteto Sororium, compartido por el tigillum y la diosa. Juno CUritis también es la protectora de los iuvenes, los jóvenes soldados.[174] Pablo el diácono afirma que el sororium tigillum era un lugar sacer (sagrado) en honor a Juno.[175]Otro elemento conectando a Juno con Jano es su identificación con Carna, sugerida por el festival de esta deidad en las calendas de junio, el mes de Juno. Carna era una ninfa de los lucus sagrados de Helernus., hecha diosa de las bisagras por Jano con el nombre de Cardea, y con el poder de proteger y purificar los umbrales y jambas.[176] Este sería un elemento adicional para explicar la función de Juno en el Tigillum. Era también costumbre para las recién casadas engrasar las jambas de las puertas de sus casas nuevas con grasa de lobo. En el mito de Jano y Carna, Carna tenía el hábito, cuando era perseguida por un joven, de preguntarle por timidez por un escondrijo oculto y entonces huir: pero el Jano bicéfalo la vio esconderse en un risco entre unas rocas. Con ello, la analogía con el rito del Tigillum Sororium sería aparente: tanto en el mito como en el rito, Jano, el dios del movimiento, va a través de un pasadizo bajo para alcanzar a Carna igual que Horacio pasa bajo el tigillum para obtener su purificación y la restitución a la condición de ciudadano eligible para las actividades civiles, incluyendo la vida familiar. La purificación es entonces el pre-requisito para la fertilidad. La costumbre de obtener la lustración y fertilidad pasando bajo un hueco en las rocas, un agujero en el suelo o un hueco en un árbol es extendida.[177]La cabeza velada de Horacio también podría explicarse como un instrumento apotropaico si uno considera el tigillum el iugum de Juno, el principio femenino de fecundidad. Renard concluye que el rito está bajo el tutelaje tanto de Jano como Juno, siendo un rito de transición bajo el patronato de Jano y la desacralización y fertilidad bajo la de Juno: con él los iuvenes de regreso de la campaña eran restituidos a la condición fértil de esposos y paisanos. Jano solía asociarse con la fecundidad en los mitos, representando el principio masculino de movimiento, mientras Juno representa el principio femenino complementario de fertilidad: la acción del primero permitiría la manifestación de la segunda.[178] Mitos Al discutir los mitos sobre Jano, uno debe ser cuidadoso en distinguir aquellos antiguos y originalmente latinos de los atribuidos a él por mitógrafos griegos.[179] En Fastos, Ovidio narra solo los mitos que asocian a Jano con Saturno, a quien recibió como invitado y con quien finalmente compartió su reino en recompensa por enseñarle el arte de la agricultura, y a la ninfa Crane, Grane o Carna, a quien Jano violó y convirtió en la diosa de las bisagras como Cardea,[180] mientras en Metamorfosis registra su paternidad con Venilia de la ninfa Canens, amada por Pico, primer rey legendario de Lacio.[181] El mito de Crane ha sido estudiado por M. Renard[182] y G. Dumézil.[183] El primero lo ve en cierto paralelismo con la teología subyacente al rito del Tigillum Sororium. Crane es una ninfa de la madera sagrada de Helernus, situado en la corriente del Tíber, cuyo festival el 1 de febrero se correspondía con el de Juno Sospita:[184] Crane puede verse como un imago menor de la diosa. Su hábito de engañar a los perseguidores masculinos ocultándose en grietas en el suelo revela su asociación, no solo con la vegetación, sino con las rocas, cavernas y pasos subterráneos.[185] Su naturaleza parece estar también asociada con la vegetación y el cuidado: G. Dumézil ha probado que Helernus era un dios de la vegetación, la exuberancia vegetal y los huertos, particularmente asociado con los guisantes (Pisum sativum). Como Ovidio escribe en Fastos[180], el 1 de junio era el día del festival de Carna, además de ser la calenda del mes de Juno y el festival de Juno Moneta. Ovidio parece combinar a propósito e identificar a Carna con Cardea en el mito etiológico relatado arriba. Por ello, la asociación tanto de Jano y el dios Helernus con Carna-Crane es destacado en este mito: era costumbre en ese día comer guisantes y manteca de cerdo, que se suponía que fortalecían el cuerpo. Cardea también tenía poderes mágicos para proteger las puertas (pocando los umbrales y jambas con ramitas húmedas de espino) y a los recién nacidos de la agresión de las estriges (en el mito del joven Proca).[186] M. Renard ve la asociación de Jano con Crane como reminiscente de los extendidos ritos de lustración y fertilidad realizado a través del ritual de caminar bajo grietas o agujeros en el suelo o huecos naturales en los árboles, que a su vez se reflejan en el rito lustrativo del Tigillum Sororium. Macrobio[187] narra que Jano se suponía que había compartido un reino con Camese en Latium, en un lugar llamado Camesene. Afirma que Higino registró la leyenda sobre la autoridad de un Protarco de Trales. En Macrobio, Camese es un hombre: tras la muerte de Camese, Jano reina solo. Sin embargo, autores griegos hacen a Camese la hermana y esposa de Jano:[188] Ateneo de Náucratis citando a cierto Dracón de Córcira escribe que Jano engendró con su hermana Camese un hijo llamado Aitex y una hija llamada Olistene.[189] Servio Daniel[190] afirma que Tíber (es decir, Tiberino) era su hijo. Arnobio escribe que Fonto era el hijo de Jano y Juturna.[191] El propio nombre prueba que este es una forma secundaria de Fons modelada sobre Jano,[192] denunciando el carácter tardío de este mito: probablemente fue concebido por la proximidad de los festivales de Juturna (11 de enero) y el Agonium de Jano (9 de enero) así como la presencia de un altar de Fons cerca del Janículo[193] y la cercanía de las ideas del manantial y el comienzo. Plutarco[194] escribe que, según algunos, Jano era un griego de Perrebia.[195] Cuando Rómulo y sus hombres secuestran a las mujeres sabinas, Jano hizo eruptar un caliente manantial volcánico, provocando que los futuros atacantes fueran enterrados vivos en la letal mezcla de agua caliente y ceniza de los manantiales volcánicos que mataron, quemaron o desfiguraron a muchos hombres de Tacio. Varrón llama a este manantial Lautolae.[196] Sin embargo, posteriormente los sabinos y romanos acordaron crear juntos una nueva comunidad. En honor a esto, las puertas de la estructura amurallada descubierta llamado "El Jano" (no un templo) se mantuvieron abiertas durante la guerra después de que un contingente simbólico de soldados marchara a través de ella. Las puertas se cerraban en una ceremonia cuando se concluía la paz.[197] Orígenes, leyenda e historia Un as de bronce de Canusium mostrando un Jano laureado con la proa de un barco en el reverso. En concordancia con su caracter fundamental de ser el iniciador, los romanos consideran a Jano el primer rey de Latium, a veces junto con Camese.[198] Habría recibido hospitalariamente al dios Saturno quien, expulsado del Cielo por Júpiter, llegó en barco al Janículo. Jano habría realizado el milagro de convertir las aguas del manantial al pie del Viminal de frío a abrasadoras para rechazar el asanto de los sabinos del rey Tito Tacio, venidos para vengar el secuestro de sus hijas por los romanos.[199] Su templo llamado Jano Geminus tenía que permanecer abierto en épocas de guerra. Se decía que había sido construido por el rey Numa Pompilio, que lo mantuvo siempre cerrado durante su reinado, ya que no hubo guerras. Después cerró muy pocas veces, una tras el fin de la primera guerra púnica, tres veces con Augusto y una con Nerón. Se cuenta que el emperador Gordiano II abrió el Jano Geminus.[200] Es una curiosidad notable que la apertura del Jano era quizás el último acto conectado con la antigua religión de Roma: Procopio escribe[201] que en el 536, durante la guerra gótica, mientras el general Belisario estaba bajo asedio en Roma, por la noche alguien abrió en secreto el Jano Geminus, que había permanecido cerrado desde el edicto de 390 de Teodosio I, que prohibió cultos antiguos. Jano fue fiel a su función liminal en su último acto.[202] La unicidad de Jano en Latium ha sugerido a L. Adams Holland y J. Gagé la hipótesis de un culto traído de lejos por marineros y estrictamente conectado con la vida anfibia de las comunidades primitivas en las orillas del Tíber. En el mito de Jano, el barco de Saturno, igual que el mito de Carmenta y Evandro son reminiscente de un antiguo estilo de vida navegante prerromano. Los elementos que parecen conectar a Jano con la navegación se presentan en dos artículos que J. Gagé resumió abajo:[203] El barco de Jano y las creencias de las técnicas de navegación primitivas.La proximidad de Jano y Portuno y las funciones del flamen Portunalis. El templo de Jano dedicado por Cayo Duilio el 17 de agosto, día de la Portunalia. La llave era el símbolo de ambos dioses y también implicaba que la embarcación era un pacífico barco mercante. El flamen Portunalis engrasaba las armas de Quirino con un ungüento guardado en un peculiar contenedor llamado persillum, término derivado quizás del etrusco persie.[204] Se ha visto un objeto similar representado en un fresco del calendario de Ostia sobre la que unos jóvenes preparan para aplicar una resida contenida en un cuenco a una barca sobre un carro, es decir, antes de navegar.El Tigillum Sororium se relacionaría con el culto gentilicio de la madera de los Horacios, como se conjetura por los episodios del pons subliciusdefendido por el Horacio Cocles y de los postes en la entrada principal del templo de Júpiter Capitolino, sobre los que Marco Horacio Pulvilo puso sus manos durante el rito de dedicación. Gagé piensa que el poder mágico del Tigillum Sororium debe adscribirse a la naturaleza vívida y floreciente de la madera.Cualidad religiosa de los árboles como el olivo salvaje y el loto griego o itálico (Celtis australis), análogo al corniolum o la higuera, para las comunidades de navegantes: su madera no se pudre en el agua marina, de ahí que se use para la construcción de barcos y hacer los rollos para el transporte de buques en tierra.Jano y la representación de Bóreas como Bifrons: elementos climatológicos.El calendario de Numa y la función de Jano. Contradicciones del antiguo calendario romano al comienzo del año nuevo: originalmente marzo era el primer mes y febrero era e lúltimo. Enero, el mes de Jano, se convirtió el primero después y por medio de varias manipulaciones. El carácter liminal de Jano se considera presente en la asociación de los Saturnales de diciembre, reflejando la relación estricta entre los dos dioses, Jano y Saturno, y la difusa conexión entre sus historias y símbolos. La función inicial de Jano en las operaciones político-religiosas de enero: el nuncupatio votorum que duraba un año, el símbolo imperial en el barco del rito de apertura de la temporada de navegación, el vota felicia: Jano y sus mitos permiten una interpretación antigua del vota felicia, diferente de la Isiádica.La idea de las estaciones en las antiguas religiones de las islas jónicas. El cruce de los mitos hiperbóreos. Cefalonia como un lugar de cruce de famosos vientos. Aplicación de la teoría de vientos para la navegación en el mar jónico. El tipo Bóreas Bifrons como modelo probable para el Jano romano. Esta observación fue realizada por primera vez por Roscher Lexicon: "Ianus también es, indudablemente, un dios del viento" y repetido en el RE Pauly-Wissowa s.v. Boreas de Rapp. P. Grimal ha tomado la esta interpretación conectándolo a un vaso con figuras rojas representando a Bóreas persiguiendo a la ninfa Oritía: Bóreas es mostrado como un demonio alado bicéfalo, las dos caras con barbas, una negra y otra clara, quizás simbolizando el doble movimiento de los vientos Bóreas y Antibóreas. Esto prueba que los griegos del siglo V a.C. conocían la imagen de Jano. Gagé se siente obligado a mencionar aquí otro paralelismo con Jano encontrado en la figura de Argos con cien ojos y en su asociación con su asesino Hermes.Elementos solares, solsticiales y cosmológicos. Aunque no hay prueba directa de un significado solar original de Jano, este es el tema de especulaciones doctas de los eruditos romanos iniciados en los misterios y de los emperadores como Domiciano, la derivación de una deidad cosmogónica siria propuesta por P. Grimal parece más aceptable. Gagé, sin embargo, ve un antiguo sustrato mítico griego preclásico al que pertenecen Deucalión y Pirra y los orígenes hiperbóreos del culto délfico de Apolo[205] así como los Argonautas. Las creencias en el poder mágico de los árboles se refleja en el uso de la madera de olivo, como para los pergaminos del barco Argos: el mito de los Argonautas tiene conexiones con Córcira, recordada por Lucio Ampelio.[206]Los lugares de los cultos de Jano en Roma y sus asociaciones en la antigua Latium.Argiletum. Varrón da este mito del asesinato de Argos como una etimología para la palabra Argi-letum(muerte de Argos), que parece ser puramente fantástica, o el de un sitio situado sobre un suelo de arcilla, argilla en latín. El topónimo permaneció al pie del Viminal, la colina de las cañas. Podría referirse al sauce blanco, usado para hacer objetos de enrejado.El janículo pudo haber sido habitado por gente que no eran latinos pero tenía alianzas próximas con Roma.[207] La orilla derecha del Tíber pudo haber constituido un lugar típico, conveniente y vasto para atracar los barcos y el culto de Jano habría sido tan doble como anfibio.Las alianzas y relaciones cúlticas de Jano en Latium habrían mostrado un carácter prelatino. Jano no tiene ninguna asociación en culto (Calendario o fórmula de oración) con ninguna otra entidad. Incluso aunque porta el epíteto Pater, no es líder de una familia divina; sin embargo, algunos testimonios le dan un compañero, a veces femenina, y un hijo y/o hija. Pertenecen a la familia de las ninfas o genios de los manantiales. Jano interviene en el milagro de un manantial caliente durante la batalla entre Rómulo y Tacio: Juturna y las ninfas de los manantiales están claramente relacionadas con Jano así como con Venus, que en la Metamorfosis de Ovidio coopera en el milagro y que pudo haber sido confundida con Venilia o, quizás, ambas pudieron ser originalmente una. Jano solo tiene una conexión directa con Venilia, con quien engendró a Canens.[208] La función mágica de los olivos salvajes (oleaster) es destacable en la descripción del duelo entre Eneas y Turno,[209] reflejando su importancia religiosa y poderes: era sagrado para los marineros, también aquellos que habían naufragado como un guía protector a la costa. Era probablemente venerado en la cultura prelatina en asociación con Fauno. En la historia de Venulo volviendo de Apulia, puede verse la connotación religiosa del olivo salvaje: el rey descubre uno, en el que se ha convertido el pastor local por no respetar a las ninfas con las que se había cruzado en una caverna cercana, aparentemente Venilia, que era la deidad asociada con las virtudes mágicas de tal árbol. Gagé encuentra destacable que los personajes relacionados a Jano están en la Eneida en el lado de los Rútulos. En el poema Jano sería representado por Tiberino. Olistene, la hija de Jano con Camese, puede reflejar en su nombre que el olivo, u Oritía.[210]Camese puede reflejarse en Carmenta: la madre de Evandro es de Arcadia, llega a Latium como una migrante en exilio y tiene sus dos festivales en enero: el nombre Camese no parece latino a ningún nivel.Observaciones sociológicas.La vaguedad de la asociación de Jano con los cultos del Latium primitivo y su indiferencia hacia la composición social del estado romano sugiere que era un dios de una sociedad mercante anfibia anterior en el que el rol del dios guardián era indispensable.Jano bifrons y los Penates. Incluso aunque el culto de Jano no puede confundirse con el de los Penates, relacionado con los migrantes dardanios de Troya, la naturaleza binaria de los Penates y de Jano postula una organización social o étnica correspondiente. Aquí el modelo se considera proporcionado por el culto del Magni Dei o Cabiros conservado en Samotracia y venerado particularmente entre los marinos mercantes. El mito etiológico también es notable: en el comienzo uno encuentra a Dárdanos y a su hermano Yaso[211] apareciendo como personajes axuliares en un culto frigio a una Reina Madre. En Italia, hay un rastro de un conflicto entre los adoradores de Hera Argiva (Diómedes y los diomedianos del sur) y de los Penates. El culto de Jano parece estar relacionado a los grupos sociales en la franja de los frigios. Pueden haber estado o no relacionado con el culto de los Dioscuros.[212] Relación con otros dioses Jano y Juno La relación entre Jano y Juno se define por la cercanía de las nociones del comienzo y transición y las funciones de concepción y parto, resultado de la juventud y la fuerza vital. El lector es referido a kas secciones superiores de Epítetos de culto y Tigillum Sororium de este artículo y las correspondientes secciones del artículo de Juno. Jano y Quirino Quirino es un dios que encarna a los quirites, es decir, a los romanos en su capacidad civil de productores y padres. Era apellidado Mars tranquillus (Marte pacífico), Mars qui praeest paci (Marte que preside en paz). Su función de guardián custos es destacado por la situación de su templo dentro del pomerium pero no lejos de la Porta Collina o Quirinalis, cerca de los santuarios de Sancus y Salus. Como protector de la paz, sin embargo, está armado, igual que los quirites, y son potencialmente soldados milites: su estatua lo representa sosteniendo una lanza. Por esta razón Jano, dios de las puertas, se preocupa con su función de protector de la comunidad civil. Por esa misma razón, el flamen Portunalis engrasaba las armas de Quirino, implicando que eran capaces de mantener el buen orden y listo, aunque no se usaran inmediatamente.[213] Dumézil y Schilling señala que como un dios de la tercera función, Quirino es pacífico y representa el ideal de pax romana, es decir, una paz que reposa sobre la victoria.[214] Jano y Portuno Portuno puede definirse como un tipo de duplicación dentro del alcance de poderes y atributos de Jano.[215] Su definición original muestra que era el dios de las puertas y portales y de los puertos. De hecho, se debate si su función original era solo de dios de las puertas y la función del dios de los puertos fue una incorporación posterior: Pablo el diácono escribe: "...él se muestra sosteniendo una llave ne su mano y se cree que es un dios de las puertas". Varrón habría afirmado que él era el dios de los puertos y el patrón de las puertas.[216] Su festival llamado Portunalia cae el 17 de agosto, y era venerado ese día en un templo ad pontem Aemilium y ad pontem Sublicium que había sido dedicado en esa fecha.[217] Portuno, a diferencia de Jano, tenía su propio flamen, llamado Portunalis. Es notable que el templo de Jano en el foro Holitorio había sido consagrado en el día de la Portunalia y que el flamen Portunalis estaba en cargo de engrasar las armas de la estatua de Quirino.[218][219] Jano y Vesta La relación entre Jano y Vesta entra en la cuestión de la naturaleza y función de los dioses del comienzo y el fin en la religión indoeuropea..[220] Mientras que Jano tenía el primer lugar, Vesta tenía el último, tanto en la teología como en el ritual (Ianus primus, Vesta extrema). El último lugar implica una conexión directa con la situación del adorador, en espacio y en tiempo. Vesta es, por tanto, la diosa de la chimenea en las casas así como de la ciudad. Su fuego inextinguible es un medio para los hombres (como individuos y como comunidad) de mantener el contacto con el reino de los dioses. Por ello hay una conexión recíproca entre el dios de los comienzos y el movimiento eterno, que otorga vida a los seres del mundo (Cerus Manus) así como presidir sobre su fin, y la diosa de la chimenea del hombre, que simboliza por medio del fuego la presencia de vida. Vesta es una diosa virgen pero a la vez es considerada la madre de Roma; se consideraba indispensable para la existencia y supervivencia de la comunidad.[221] Jano en Etruria Se ha creído durante mucho que Jano estaba presente entre los teónimos del borde externo del hígado de Piacenza en casilla 3 bajo el nombre de Ani. Este hecho creó un problema, ya que como el dios de los comienzos parecía estar en una situación diferente de la inicial. Tras las nuevas lecturas propuestas por A. Maggiani, en la casilla 3 debería leerse TINS: la dificultad se disolvió.[222] Ani ha sido desde entonces eliminado de la teología etrusca, siendo este su único testimonio.[223]Maggiani[224] señala que esta identificación anterior estaba en contradicción con el testimonio adscrito a Varrón por Juan Lido de que Jano era llamado caelum entre los etruscos.[225] Por otra parte, se espera que Jano esté presente en la región I de la división del cielo de Marciano Capella y en la región XVI, la última, en los Ianitores terrestres (junto con Nocturnus), quizás identificado con Fórculo, Limentinus y Cardea,[226] deidades estrictamente relacionadas con Jano como sus ayudantes (o incluso más que subdivisiones concretas de sus funciones) como implica el significado del nombre: Fórculo es el dios de la forca, un iugum, un pasaje bajo, Limentinus el guardián de los limes, límites, Cardea la diosa de las bisagras, aquí las puertas separando la Tierra y el Cielo.[227]The problem posed by the qualifying adjective terrestres earthly, can be addressed in two different ways. One hypothesis is that Martianus's depiction implies a descent from Heaven onto Earth.[228] Sin embargo, la representación de Marciano no parece confinada a una división Cielo-Tierra, ya que incluye el inframundo y otras regiones confusas o recónditos del cielo. Por ello uno puede discutir que la articulación Ianus-Ianitores puede interpretarse como conectada al teologema de las puertas del cielo (las simplégades) que abren al cielo por un lado y a la tierra o el inframundo por el otro.[229] De otros documentos arqueológicos, sin embargo, ha quedado claro que los etruscos tenían otro dios que se correspondía iconográficamente con Jano: Culśanś, del que hay una estatuilla de bronce de Cortona (ahora en el Museo de Cortona). Aunque Jano es un adulto barbudo, Culśanś pudo ser un joven imberbe, haciendo posible su identificación con Hermes.[230] Su nombre también está conectado con la palabra etrusca para las puertas y portales.[231] Según Capdeville, también puede encontrarse en el borde externo del hígado de Piacenza, en la casilla 14, en la forma compuesta CULALP, se decir, "de Culśanś y de Alpan(u)" sobre la autoridad de Pfiffig, pero quizás aquí es la diosa Culśu, la guardiana de la puerta del inframundo.[232] Aunque la situación no es estrictamente idéntica, hay cierta aproximación a su situación en el hígado y el sistema de Marciano. A. Audin conecta el personaje de Jano a Culśanś y Turms (interpretación etrusca de Hermes, el dios mediador griego entre los distintos mundos, traído por los etruscos del mar Egeo), considerando estas dos últimas deidades etruscas como una.[233] Esta interpretación identificaría a Jano con el dios griego Hermes. Las medallas etruscas de Volterra también muestran un dios bicéfalo y el Jano Quadrifrons de Faleria pudo tener un origen etrusco.[234] Asociación con dioses no romanos con su le\u00f3n, , emergiendo entre las monta\u00f1as, Enki y su visir de dos caras ."}" data-file="Dioses_asirios.jpg" style="margin: 0px 0px 1.125rem; padding: 0px; box-sizing: inherit; text-align: center;">Sello de Adda[235]. De izquierda a derecha, Ninurta con su león, Ishtar, Shamash emergiendo entre las montañas, Enki y su visir de dos caras Usmu. Los autores grecorromanos mantuvieron que Jano era un dios exclusivamente romano.[236]Esta afirmación es excesiva según R. Schilling, al menos en lo que respecta a la iconografía.[237] Un dios de dos caras aparece repetidamente en el arte sumerio y babilonio.[238] La antigua deidad sumeria Isimud solía representarse con dos caras mirando en sentidos opuestos. La representación sumeria de Isimud suele ser muy similar a las representaciones típicas de Jano en el antiguo arte romano.[239] Sin embargo, a diferencia de Jano, Isimud no es un dios de las puertas. En cambio, es el mensajero de Enki, un antiguo dios sumerio del agua y la civilización.[240] Las reproducciones de la imagen de Isimud, cuyo nombre babilonio era Usimu, en cilindros.
No hay texto alternativo automático disponible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario