sábado, 17 de febrero de 2018

Menorá

Al principio del Apocalipsis tenemos la visión esplendorosa de Jesús, que aparece rodeado de los 7 candeleros (Ap. 1:12), que serían lámparas de aceite; en Apocalipsis 4:5 tenemos otra vez lámparas de aceite iluminando ante del trono de Dios (“y delante de él ardían siete lámparas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios”). Esos 7 candeleros o lámparas del Apocalipsis son claramente una referencia al propio candelabro de 7 brazos (la Menorá) pieza fundamental en la adoración del Templo de Jerusalén, que se compone de 7 lámparas de aceite, y fue ordenado hacer por el mismo Dios. Quienes piensan que las lámparas de aceite tenían solo una función de práctica, no sagrada, dicen que la Menorá solo servía para iluminar el Tabernáculo, que no tenía ventanas. Según ellos sería como la versión antigua de una bombilla eléctrica. 

Los únicos elementos del Tabernáculo que Dios prescribe y describe son todos sagrados y piezas del culto: El Arca de la Alianza y su tapa (el Propiciatorio), la Mesa de los Panes de la Ofrenda, el Altar de los sacrificios… y la Menorá, que debía ser de oro puro. También sería necesario barrer el suelo de vez en cuando y sin embargo Dios no describió a Moisés cómo hacer una escoba, y menos de oro puro, así que especificaciones para hacer una “bombilla” de oro tampoco hubiera venido a cuento.

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