lunes, 20 de noviembre de 2017

Hanukkah o Janucá

Janucá (hebreo: חֲנֻכָּה y sin puntuación diacrítica חנוכה),1​ llamada también la Fiesta de las Luces o Luminarias, es una festividad judaica. Celebrada durante ocho días, conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos seléucidas, y la posterior purificación del Segundo Templo de Jerusalén de los íconos paganos, en el siglo II a. C.

La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo «piloto»).

La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y fines de diciembre del calendario gregoriano.

        La Importancia          de Janucá

Aunque Janucá no se considera como una de las fiestas judías más importantes (como Rosh Hashaná, Yom Kipur, Sucot y Pascua), debido a su comercialización y proximidad con la Navidad, es quizás mejor conocida entre las personas que no son judías. Sin embargo, es una festividad rica en tradiciones e imágenes para el pueblo judío. Janucá celebra y conmemora la provisión milagrosa de Dios para ellos—particularmente en tiempos de persecución y de cambio.

Es por eso qué, en esta temporada de recuerdo, los judíos alrededor del mundo se reúnen cerca de las velas ardientes de la januquiá y repiten estas palabras solemnes, antiguas:

Bendito eres tu Adonai, Dios nuestro, Rey del universo, que nos santificó con
sus preceptos y nos ordenó el encendido de la vela de Janucá.
Bendito eres tu Adonai, Dios nuestro, Rey del universo, que hizo milagros a
nuestros patriarcas, en aquellos días en este tiempo.
Bendito eres tu Adonai, Dios nuestro, Rey del universo,que nos mantuvo con
vida, y nos sostuvo, y nos hizo llegar a este momento.10

Oraciones me reciatar mientras enciendes las velas. 

1. Vela  Baruj Atá Adonai Elojeinu Melej Ha'olam, asher kidshanu b’mitzvotav v’tzivanu l’hadlik ner shel Janucá.

Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus mandamientos y nos has ordenado encender las luces de Janucá.

2. Baruj Ata Adonai Elojeinu Melej Ha'olam, she’asa nisim l’avoteinu, b’yamim jajeim bazman jaze.

Bendito eres Tú, oh Señor, nuestro Dios, Rey del Universo, quien hizo milagros para nuestros antepasados en aquellos días en esta época.

3. Baruj Ata Adonai Elojeinu Melej Ha'olam, shejekheyanu, v’kiyamanu vehegianu lazman haze.

Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del Universo, que nos ha mantenido vivos, nos sostuvo y nos trajo a esta temporada.

En todas las noches consecutivas del Janucá, cuando enciendas el januquía, recita la siguiente oración:

Baruh Ata Adonai Elojeinu Melej Ha'olam, asher kidshanu b’mitzvotav v’tzivanu l’hadlik ner shel Janucá.

Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del Universo, quien nos ha santificado con Tus mandamientos y nos ordenó encender las luces de Janucá.

Baruj Ata Adonai Elojeinu Melej Ha'olam, she’asa nisim l’avoteinu, b’yamim hajeim bazman haze.


Bendito eres Tú, oh Señor nuestro Dios, Rey del Universo, quien hizo milagros para nuestros padres en aquellos días en este momento.


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