miércoles, 12 de abril de 2017

Cruzada contra los Cristiano-ortodoxos rusos

Es la más conocida de las tres cruzadas. A finales de la década de 1230 el imperio mongol entraba a sangre y fuego en Rusia  causando una gran mortandad y sometiendo a la mayoría de los territorios que la conformaban. Con la esperanza de aprovechar la debilidad rusa, los Caballeros Teutónicos y los suecos atacaron la vecinaRepública de Nóvgorod y ocuparon Pskov, Izborsk y Koporye en el otoño de 1240.

Cuando se aproximaron a Nóvgorod, los ciudadanos locales llamaron a la ciudad al príncipe Aleksandr Jaroslavich, que había sido desterrado a Pereslavl a principios de ese año. Durante la campaña de 1241, se produjo el primer enfrentamiento entre Aleksandr Jaroslavich, al frente de las tropas de Nóvgorod, y los Caballeros Teutónicos, se produjo en el río Neva con la victoria de Aleksandr que logró recuperar Pskov y Koporye de los cruzados. Tras esta victoria se le conocerá como Aleksandr Nevski.
El 5 de abril de 1242, se produjo la llamada Batalla del Lago Peipus (o de los Chuds), en lo que es actualmente Estonia, también conocida como la Batalla del Hielo, en la que el Lago Peipus todavía estaba congelado pero ya había zonas que la capa de hielo era demasiado frágil.
Cabe destacar que el Lago Peipus es el quinto mayor lago de Europa. Cubre una superficie de 3.500 Km² y tiene una profundidad media de 7 m, encontrándose su punto más profundo a 15 m bajo el nivel de sus aguas.
Fue una batalla entre la República de Nóvgorod y los Caballeros Teutónicos, cuyo ejército estaba compuesto mayoritariamente por estonios. Sobre el lago, la espectacular estampa de los caballeros con sus armaduras contrastaba con las tropas de Aleksandr escasamente preparadas y equipadas. Aleksandr buscó un lugar donde poder defenderse del inminente ataque de los cruzados,  éstos atacaron el frente y rompieron rápidamente sus defensas y cuando todo parecía perdido los cruzados cayeron en la trampa. Fueron atacados y desbordados por las alas, ante lo que decidieron salir para agruparse y volver a atacar. La huida fue desordenada y los hombres de Aleksandr empujaron a los cruzados hacia la zona donde el hielo no pudo soportar el peso de los caballeros con sus pesadas armaduras y sus caballos, con lo que el hielo se resquebrajó y los cruzados perecieron ahogados o congelados
Caída de los Cruzados al lago Peipus
La derrota de los cruzados en la batalla marcó el final de sus campañas contra la ortodoxa República de Nóvgorod y otros territorios rusos en el siglo siguiente.
La historia rusa ha hecho de este enfrentamiento un combate de leyenda, la Batalla del hielo, celebrada por el canto y la literatura, y en último lugar por la música de Serguéi Prokófiev que acompañaba la excelente película Alejandro Nevski (1938), de Serguéi Eisenstein, una de las más grandes películas de la historia del cine soviético, que Stalin utilizó para afrontar la llegada del ejército alemán de Adolf Hitler.
Alejandro Nevski, encumbrado por el prestigio de la victoria, demostró ser un político realista y decidió poner su principado bajo la tutela de los mongoles, consciente de que jamás podría rivalizar con el ejército que había sometido a la mayor parte del mundo conocido. Se convirtió entonces en el favorito del Kan, que lo hizo Gran Príncipe de los Rusos desde 1252 hasta su muerte, en 1263. Por sus victorias, la Iglesia Ortodoxa convirtió en santo a aquel personaje de leyenda.
Alejandro Nevski Santificado

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