martes, 18 de agosto de 2015

EL REINO DE DIOS

Qué es el Reino de Dios, y cómo entramos y permanecemos en él?   El Reino de Dios y el Reino de los Cielos son términos frecuentemente intercambiables.  Algunas veces éstos se refieren al cielo y a veces habla acerca de la tierra.  ¿Qué es exactamente un reino? De acuerdo al Diccionario de Webster esto es:

1. Una unidad política o territorial gobernada por un soberano.2. La soberanía espiritual eternal de Dios o Cristo.
3. El área  de su soberanía.
3. Un área o esfera en el cual algo es dominante.

            Soberanía espiritual de Dios y un área donde algo es dominante.  Una unidad territorial gobernada por un soberano.  Esto saltó a mi vista.  Si somos parte de Su Reino significa que somos parte de un área que es gobernada por Él y bajo Su soberanía, Su autoridad.  Nosotros estamos dentro
de un área en la cual alguien es dominante y su área es un reino.  El Señor es Rey y nosotros somos quienes sirven a este reino. Es un reino viviente. Ser parte de un reino y estar bajo una autoridad. Y esto es voluntario, porque el reino del Señor es un reino basado en el amor.  Servimos al rey porque le amamos, porque deseamos servirle, porque hemos escogido ser parte de Su Reino.
            Muchos creen que Su reino comprende tanto la tierra como el cielo.  ¿Es esto así? Si.  Su reino está en el cielo, y esto involucra aquellos dentro de la tierra que son  suyos.  Para aquellos en la tierra, eso significa su reino  ENTRE ELLOS.   




                               ENTRANDO EN EL REINO DE DIOS  
    

     1Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.7No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.  Juan 3:1-7.
     Jesús está hablando acerca de la transformación interna.  Ser transformados de la carne al espíritu.  Nadie puede entrar al reino de Dios, excepto por este nuevo nacimiento, o lo que es llamado nacer de Nuevo en el Espíritu.  Así que, ¿Cómo haces tú esta entrada una entrada inicial a Su reino para venir a ser transformado por dentro y por su Espíritu?  Es fácil.
     Mateo 10:32, “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.” ¿Confesar que?  Que Jesucristo, Yahushua (Su verdadero  nombre) es el Hijo de Dios.  I Juan 4:15, “Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
            “De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.”  Marcos 10:15.  Esto significa que entramos como niños. Como alguien recién nacido y nuevo.  Hemos nacido de Su Espíritu y somos Nuevos en El. Debemos aprender paso a paso mientras EL nos enseña y nos dirige, y en la medida que progresamos crecemos desde un recién nacido/niño a un adulto, sabios en El.  Comenzamos como un principiante, y avanzamos despacio hacia una completa plenitud de Su Espíritu.
            Entrar en el reino de Dios es simple.  Cree que Jesús es el hijo de Dios, confiesa y arrepiéntete de tus pecados y pídele a El su perdón.  Y pídele que te llene con su Santo Espíritu.  Renuncia a los pecados de tu pasado y apártate de ellos.  Arrepentimiento significa volverse.  Sacando lo viejo (tu antiguo yo) y poniendo ahora lo nuevo (tu con su Espíritu).Tu estas confesando a Jesús como tu Señor y Salvador y estas poniéndote bajo Su autoridad y dentro de Su Reino.
            Entrar al reino de Dios es por obediencia a la voluntad de Dios, y el nuevo nacido es evidenciado por su obediencia, no un servicio de labios. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Santiago 1:22
           

EL REINO DE DIOS ESTA ENTRE USTEDES
     “Porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.”  ¿Cómo es que Su reino viene a ser parte de ustedes? ¿Dentro de ustedes?  El reino de Dios es un ámbito espiritual, que se alcanza por caminar en el Espíritu, y produciendo el fruto del Espíritu, el cual es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, fe, mansedumbre, templanza y dominio propio. Estas son las características que obtenemos por caminar en Su Espíritu.  Y hay otras.  Hay actitudes propias que son el resultado de vivir en el reino y caminar en su Espíritu, no sugestiones. El dijo bienaventurados los pobres en espíritu, Bienaventurados los que lloran, Bienaventurados los mansos, Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, Bienaventurados los misericordiosos, Bienaventurados los de limpio corazón, Bienaventurados los pacificadores, Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Vosotros sois la sal de la tierra; Vosotros sois la luz del mundo.  Su más grande mandamiento para nosotros es mostrar amor.  No hay amor en la discriminación. Dios no es un discriminador de personas.  Su reino es para todos y abierto a todos los que quieran recibir su reinado.

    Los frutos del Espíritu y las actitudes de vida, amor para todos, es esto es que se trata el Reino.  En la tierra su reino es un reino espiritual.  Su reino reside entre nosotros. Cuando dejemos la tierra, iremos a vivir a Su reino físico llamado cielo.  Vivir el reino es tanto físico como espiritual.  Lo espiritual y lo físico trabajan juntos, como es hecho en la tierra,  es hecho en el cielo.  Mateo 16:19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”  Estos trabajan juntos para producir los resultados de Su reino en la tierra.
Tu Particular Relación con Dios
     En la tierra, vivir el reino comienza con crear una relación personal con El, escuchando Su voz, siendo alimentado y enseñado por El en el Espíritu en la medida que lo buscamos en Espíritu y en verdad.  Es una relación única que construimos con el Rey, que es individual y personal.  Cada persona en Su reino, tiene esta única y personal relación con El.  El sabe como relacionarse contigo, porque tú eres su hijo/a.  Somos hijos del Rey.  Así que cuando construyes una relación con El, es única, porque como EL se relaciona contigo, no se relacionara con nadie mas. Tu relación con El tiene su propia firma.  Tu firma es única, te pertenece, te identifica, dice quien eres, como te llamas, es tu firma.  Cada persona tiene su propia firma.  Dos personas no firman exactamente igual. Así es con Dios. Tu relación personal con El es única, viene a ser como tu.

Desde que entraste en Su reino, ¿has construido una relación personal con Dios?  ¿Le buscas diariamente por Su voz, guianza y dirección?  ¿Cuan frecuentemente inviertes tiempos de quietud esperando oír Su voz? ¿Hablas con Él y luego escuchas para que El te hable?  Dios habla a nuestros corazones. Es una relación de dos vías de comunicación entre tú y Yahweh.  Esta es la forma en la que debes estar dispuesto a andar en amor y el fruto del Espíritu.  El desea hablarte.  El tiene mucho que decirte y el anhela se parte de tu vida diaria.  Cuando tomas tiempo para conocerlo, aprenderás como es El y que es lo que le interesa de ti.  No siempre tienes que estar en oración silenciosa hablándole al Señor.  Frecuentemente le hablo mientras conduzco el automóvil, o salgo afuera y miro hacia el cielo, o le hablo mientras lavo los platos, prácticamente en todo tiempo.  Cuando tu oras o le hablas, detente de hablar y empieza a escuchar.  Escuchar Su voz hablar a tu Corazón y a tu espíritu.  Jesús no habla a nuestras cabezas, El habla a nuestros corazones.  El no puede hablar si estamos siempre hablando, y no podremos escucharlo si no prestamos atención.  Habla y luego escucha.  El componente básico de construir una relación con alguien, especialmente el Señor, quien más nos importa.
Mientras tú comienzas a escuchar su voz y a reconocerlo, y comienzas a construir una relación única con El, Su corazón vendrá a ser el tuyo, y comenzaran a latir al unísono.    Para conocer los deseos de Su Corazón, para la iglesia, para los perdidos, y para un moribundo mundo, para el herido, el pobre, el hambriento, el indigente, el drogadicto, el alcohólico, el prisionero, el desamparado.  Todos aquellos en necesidad.  A El le importan todas estas cosas.  No programas y planes de construcción de iglesias mas grandes y cómo llenarlas.  Mientras escuchas el Corazón de Dios, vendrás a conocerlo y a conocer el amor con que nos llamó, y serás lleno Su Espíritu.  Vendrás a ser más como El en la medida que seas tu mismo.  El dominará quien y que eres tú.
Tienes un perfecto y completo amor por Yahweh o ¿te estás preguntando si alguien más lo está  haciendo?  ¿Sientes que te estás perdiendo algo aún siendo ya un creyente profeso?  Muchos le dan a El solo un servicio de labios y nunca  llegan a conocer al Señor que ellos proclaman servir.  ¿Estas viviendo honradamente por El?  Honradamente significa vivir correctamente, vivir rectamente basado en como El desea y nos ordena vivir.  Ser santos, porque El es Santo.  Caminar en amor porque El es amor.  Caminar en Su Espíritu, así como su Espíritu esta en nosotros.
     
Tu amor por El crecerá y alcanzará nuevas alturas que nunca imaginaste.  Esto en la medida que tu  lo buscas mas para construir una relación en el Espíritu.  Es este proceso el que la mayor parte de los creyentes sencillamente no entienden.  Ellos no saben lo que significa ir al desierto y estar a solas con EL.   



LA VIDA EN EL DESIERTO.


     ¿Que es estar en el desierto? El término desierto aquí es simbólico de a donde El nos lleva después de que nacemos de nuevo en El.  La mayor parte de las personas son salvas y se dirigen a una iglesia a aprender acerca de El.  Los deseos de Yahweh es que recibamos guianza de Sus pastores, pero El también nos busca para llevarnos al desierto con El donde podrá revelársenos El mismo y mostrarnos quien es El, ya a un nivel personal y enseñarnos sus verdades.  Estar en el desierto es una experiencia no una condena.  Vivir en el desierto es simbólico de los hijos de Israel quien camino a través del desierto por cuarenta años porque ellos se negaron a obedecer a Dios y amarlo sobre todas las cosas.  El les probó una y otra vez que El era Dios, y que no había otro.  Aun así muchos de ellos continuaron haciendo ídolos para adorarlos y adoraron a otros dioses (ponemos ídolos delante del El cuando dejamos que las distracciones y cuidados de este mundo nos mantengan alejados de El, si dejamos que nuestras posesiones materiales, entretenimientos, deportes, etc. vengan a ser cosas que ponemos antes que EL, se convertirán en nuestros ídolos), muchos estuvieron en completa rebelión y oposición al Dios vivo.  Muchos no se percatan de que ellos están poniendo sus iglesias antes que El.  Muchos dejan que sus iglesias les enseñen en vez de dejar que El los tome y los lleve al desierto.  Ellos permiten que su iglesia lo reemplace al El.  ¿Como sabrás si estas siendo alimentado con verdad o con error en tu iglesia, si no sabes lo que es la verdad?  La iglesia debe reforzar lo que ya tú sabes, y permitir el compañerismo con otros creyentes, y ser un tiempo de compartir y de adorar Su nombre.  Pero esto solo nunca debería ser tu única forma de construir una relación con el Señor.

            “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,” Juan 10:27  “Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.” Juan 10:4  “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.”  Juan 10:7. 
            Jesús es el pastor y nosotros somos sus ovejas.  Sus ovejas le conocen a El, ellas conocen Su voz, y le siguen.  Frustración viene para muchos de aquellos cuando ellos saltan delante de El y entonces se sienten solos.  Se frustran porque están ansiosos de saltar y correr delante de El.  Jesús dijo que El es el Pastor, no tu.  EL TE DIRIGE.  Así que no trates de saltar delante y dirigirlo tú a El.  El no necesita tu ayuda y cuando tú saltas delante te sales de su voluntad.  Y esto es lo que te lleva a la frustración personal.  Esto es parte de la vida del reino.



            No somos perfectos.  Pecamos y cometemos errores.  Jesús dice, que si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.  1Juan 1:9.  Si tú pecas, confiésalo, vuélvele la espalda al pecado y mantente buscándolo a El.  Hay poder y sanidad y fortaleza y aliento al orar los unos por los otros también.  “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” Santiago 5:16.  Aquellos en su reino necesitan orar juntos los unos por los otros.  Hay fortaleza en la oración.  Hay poder en la oración.  Y hay paz en El sabiendo que el escucha nuestras oraciones.  Debemos aprender a cortar con todo el pecado en nuestras vidas y con las obras de la carne.  Inevitablemente, este puede ser un proceso doloroso, dependiendo en como nosotros nos rendimos y cooperamos con El.
            Estamos para caminar en una vida llena del Espíritu y no dejar que el pecado nos domine.  No estamos para saltarle delante al Pastor, y estamos para mostrar amor a todos aquellos alrededor de nosotros de manera que ellos puedan ver el amor del Padre a través de nosotros. Somos la sal de la tierra.  Somos la luz del mundo.
            Vivir en el desierto es un tiempo de preparación.  Un lugar a donde vamos a dejar lo viejo y a tomar lo nuevo.  Salir del pecado de nuestras vidas y aprender a seguirlo a El en Espíritu y en oración.  Es donde El nos perfecciona para venir a ser mas como El,  frecuentemente a esto se refiere como santificación.  Es donde aprendemos a oír Su voz.  Algunas personas nunca van al desierto, algunas nunca salen de el, y algunas están ahí por largo tiempo.  Los verdaderos creyentes de Yahushuah tendrán la evidencia del Espíritu de Yahweh dentro de ellos y ellos están en el desierto siendo enseñados y fortalecidos por Su Espíritu.


Aprendiendo a amar y mostrando amor a todos.
     “Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.”  1 Juan 3:11.  El amor es importante en el reino de Yahweh.  De hecho, es el gran mandamiento dado por EL a nosotros, amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.  ¿Quien es nuestro prójimo?  La persona que vive al lado tuyo, al frente tuyo y detrás de ti.  Tu amigo, tu asociado, persona que tú conoces, personas que tú no conoces.  Es cualquiera, es todo el mundo.  Estamos para amar a los otros más que a nosotros mismos.   El nos dice que debemos poner a los demás primero y mostrarle amor todo el tiempo.
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Juan 15:12-14.  No hay mas grande amor  que dar su vida por sus amigos, así como Jesús la dio por nosotros.  El dio su vida por sus amigos.  Somos sus amigos si hacemos lo que el nos manda.  Si deseas estar en el reino de Dios, entonces debes ser Su amigo.  No somos sus sirvientes, somos sus amigos quienes sirven en su reino, “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”  Juan 15:15.
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.” 1Juan 4:7.  Clamor debe ser nuestra prioridad en aprender y buscar.  No prosperidad, no señales y maravillas, o manifestaciones o dones.  Debemos estudiar el caminar en amor y como no debemos estar en amor si nuestra ciudadanía en el reino depende de esto, porque esto es lo que hace.   Para aprender a amar necesitamos estudiar a Jesús.  El amo a los demás, el perdonó a los demás, el mostró misericordia y gracia a los demás.  El era humilde y manso, nunca arrogante ni abrasivo.
¿Por qué la ciudadanía depende del amor?  Porque si no aprendemos a amar, no podremos clamar que le conocemos a El.  “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” 1 Juan 4:7,8.  “En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. 1 Juan 4:17. 

 

 Marcos 12:30-31 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
            Y tu debes amar a tus enemigos y orar por aquellos que vienen en contra tuya y te persiguen. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;”  Mateo 5:44

   Las acciones hablan más alto que las palabras.  Por esto es que Jesús nos dice que no amemos de palabra sino en hechos y en verdad (1 Juan 3:18)  No demos un servicio de labios, ¿como puedes amar a alguien y luego tornarte y hacer o decir cosas malas en contra de tu hermano y demás?   

En el reino debemos pasar por pruebas y sufrimientos, así que cuando salgamos saldremos como el oro que ha sido tratado y afinado.




Perdón
     Perdón es poder.  La mayoría de las personas no entienden el poder que encierra el perdón.  Yahushua nos habla de amar a nuestros enemigos, orar por los que nos persiguen, y perdonar a los que nos hieren o nos dañan.  Si permanecemos con el dolor  que nos causaron, o con la herida, permitimos que el enojo y la amargura tome raíz en nosotros.
Estos no son solos adjetivos, hay toda una hueste demoníaca asociada con estos términos, los cuales son también nombres y rangos, de enojo y amargura.  Y si tu vas a moverte entre estos sentimientos, créeme tu vas a obtener mucho mas que estos sentimientos.  Cualquiera en liberación o Guerra espiritual debe entender como es que trabaja el ámbito espiritual.  Podemos tener completa victoria a través de Jesús en cualquier momento, ¿pero para que molestarse en tener para empezar a tratar con esto? No le de terreno legal a Satanás y a sus huestes para atacarte y oprimirte.  Ellos saben perfectamente bien que ellos pueden y que no pueden hacer, aun cuando tu no.  Jesús siempre nos habla por nuestro propio bien.  Necesitamos escucharle a El de forma tal que no tengamos que aprenderlo de la peor manera.
A través de perdonar a los otros le quitamos el terreno legal al enemigo para atacarnos. Permanecemos en amor y el amor es la luz que destruye la oscuridad.    
El PODER de la Oración


 
   Las oraciones de Su pueblo son PODEROSAS.  Estas son vivas y se mueven en el ámbito espiritual y cumplen cosas que nunca veremos, pero cosas que Yahweh me ha hecho entender.  
            La oración es la espina dorsal de Su reino, y la oración intercesora y los intercesores son los guerreros de fortaleza de su reino menos comprendidos por mucho hoy.  Muchos mal entienden el real poder de la oración o la oración de intercesión.  Hay mucho poder en la ORACION porque esta construye y destruye, esta establece y derriba, esta mueve el reino de los cielos y destruye las puertas del infierno.
    La oración es PODER.  Mientras estamos en el desierto aprendemos mucho acerca de la oración porque siempre estamos en busca de El, pero no descuides poner poder en movimiento, palabras en movimiento que pueden afectar las pequeñas cosas de la vida, desde las más pequeñas hasta a las más grandes.  Ora por los demás, ora por los enfermos, por los desamparados, por las viudas, por aquellos en dificultad, por las iglesias, por nuestro país, por nuestro presidente.
     Nunca pienses que tus oraciones no significan nada.  Significan  todo.  Es poner PODER en el reino de Dios y dentro del ámbito espiritual para producir y traer resultados.
       
Saliendo del desierto
     Santificación, el proceso de llegar a ser mas como El, sacando lo viejo y poniendo lo nuevo, aprendiendo quien es El, aprendiendo a como oír Su voz, aprendiendo las verdades de Su Palabra y Su Reino, ser uno con El.  Esta es la experiencia del desierto.  Si tu estas cansado de vivir en el desierto, entonces tu probablemente estés complacido con tu relación con EL y no te mueves hacia adelante.  El Señor nos forza a ir hacia El.  Tú tienes que buscarle a través de la oración para que te enseñe toda la verdad de las cosas, para que te enseñe quien es El, te ayude a llegar a ser mas como El, te enseñe a caminar en el espíritu.  Debes buscarlo mientras estas en el desierto de manera que El puede dirigirte a través de éste, y entonces sacarte de el.  Estoy hablando de oración y búsqueda diaria de El, solo a El, cambiando tus cuidados de las cosas de este mundo por El.  Estar enfocado completamente en El.  Las claves son persistencia y enfoque en El.
Cuando tú sales del desierto estarás totalmente equipado para servirle a El en espíritu y en verdad.  Ya conoces Su voz, tienes un profundo entendimiento de quien es El y como El trabaja.  Tu fundamento es firme y no puede ser movido.  Tienes el poder y la autoridad de Su reino dentro de ti que El puede usar para su Gloria y Su honor.  Tú tienes una relación única con El y estás listo para la batalla o servicio en Su poder y autoridad.  Haz aprendido a no saltar delante de El sino a dejar que El sea el que te guíe a ti.  Tú Corazón y el de El laten al unísono, ves con sus ojos y escuchas con sus oídos.  Vienen a ser uno.

 
  
 ¿Podemos dejar Su reino y perder nuestro lugar?
     El dijo, “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.” Apocalipsis 3:5.  No hay licencia para pecar.  No hay ‘salvo siempre salvo’ si tu nombre puede ser borrado del Libro de la Vida.  ¿Como podemos sentirnos libres para pecar cuando El nos ordena ser santos? “Se santos porque yo soy santo”.
            “Si un hombre dice, yo amo a Dios, y odia a su hermano, el tal es un mentiroso”. 1Juan 4:20a.  Si tú no estas mostrando amor ni caminando en amor, el más grande mandamiento de Dios, entonces tú eres un mentiroso y no eres de El.  Si tú no permaneces en Sus mandamientos, buscándole y permitiéndole santificarte, si tú no dejas las obras infructuosas de la carne, entonces no eres de El.  El verdadero arrepentimiento es alejarse del pecado y de los deseos de la carne y buscarle a El en espíritu y en verdad.  Esto es un proceso, pero mientras mas estas en el proceso tu eres de El porque le estas buscando.  Si  aun ni siquiera esas tratando, si no estas buscándole fervientemente, ¿como te puedes llamar de El?  No te engañes.  No hay lugar para la autocomplacencia en el reino de Dios.
Sentado en la banca    
    “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.”  Mateo 12:30.  La palabra “en contra” es kara y denota movimiento o difusión o dirección de lo mas alto a lo mas bajo.  Jesús dijo que ‘el que no es conmigo contra mi es’, significando que están en movimiento alejándose de El, desde lo mas alto hacia lo mas bajo.  No hay un sentarse tranquilo.  Estas en movimiento por El sea para acercarte a El o moviéndote para alejarte de El.
            En la parábola de las diez vírgenes hubo algunas que fueron atrapadas desapercibidas y dejadas fuera de la fiesta de bodas.  Nótese que el novio no se detuvo a decirles “esa bien esperare a que consigan aceite para sus lámparas”.  No, El se fue sin ellas!   Ellas se volvieron complacientes y se perdieron el evento por el que habían estado esperando!
            Vivir en el reino es ser activo en buenas obras.  Es ser caritativo y servicial, y completando cualquier tarea que El tenga para ti.  No hay tiempo para sentarse y observar a los demás cuando tu mismo darás cuenta de tu tiempo invertido.  Si estas dentro o fuera del desierto El te dirigirá.  Si no estas en nada, y sentado en la banca solo mirando, estas en peligro de ser dejado por no seguir Sus ordenes,  estas en oposición a El.  “Mas sean hacedores de la palabra, no solo oidores.”

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